Especies dañinas para su hábitat

Se debe destacar que no toda la fauna y flora alóctonas ,que son de otro del lugar, se pueden considerar como invasoras si no producen un efecto negativo en el resto del ecosistema
Especies dañinas. DAVID FREIRE/ RAFA FARIÑA
photo_camera Especies dañinas. DAVID FREIRE/ RAFA FARIÑA

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico posee una lista de especies exóticas, que se actualiza periódicamente y que cuenta con el apoyo de la Red de Alerta Temprana, que busca detener cuánto antes el proceso de aclimatación de la especie. La provincia de Pontevedra no es ajena al problema y se pueden encontrar ejemplares de fauna o flora.

FLORA. Hasta la Boa Vila llegaron especies invasoras, como los plumeros de Pampa –Cortaderia Selloana–, que se situaron en las inmediaciones del río Gafos o del Lérez, y obligaron a realizar diversas actuaciones para su eliminación. Las hierbas de Pampa necesitan poca agua y mucha luz para crecer. Presentan multitud de semillas en su extremo superior que facilitan su propagación, por lo que requieren de ser eliminadas cuándo acaban de nacer. Es una especie que se cree que llegó a España a mediados del siglo pasado desde Sudamérica.

Otro ejemplo de árbol invasor es la acacia negra –Acacia Melanoxylon–, originaria del sudeste de Australia y de Tasmania, y que necesita de climas húmedos. Abunda en Pontevedra en las zonas con escasa pendiente a menos de 500 metros de altitud, y también en las Illas Atlánticas. Se puede encontrar en el Monte Castrove –Poio–, u otros espacios verdes próximos, aunque en los últimos años se han eliminado ejemplares.

Al igual que el eucalipto, la acacia negra compite con el resto de flora que le rodea, y sus semillas germinan mejor después de un incendio. Por esto motivo contribuye también en la pérdida de la gran diversidad arbórea que atesora Galicia. Esta especie se encuentra recogida también en el Atlas de las plantas alóctonas -no autóctonas- de España.

Para terminar con la flora, se puede tomar como ejemplo la acacia dealbata –más conocida como mimosa– y que destaca por su facilidad de expansión, sobre todos gracias a sus vistosas semillas y flores amarillas. Este es uno de los motivos por los que fue introducida en España.

Se pueden localizar con facilidad en su momento de floración en toda la provincia Pontevedra, gracias a sus colores vivos y su tamaño.

Cuándo una especie invasora se establece en un territorio, su control se vuelve muy complicado

FAUNA. En lo que se refiere a la fauna, hay especies que son bastante conocidas. Una de ellas es la avispa asiática –más conocida como velutina–, un insecto que proviene del sudeste asiático y que se aclimata muy bien en zonas con temperaturas moderas, como Galicia. La velutina elimina a la abeja autóctona en su propio nido y producen la pérdida de colmenas, lo que lleva a la reducción de ingresos para los apicultores. Esta especie suele crear nidos en zonas elevadas de árboles o edificios. Su expansión por el territorio gallego ha sido exponencial desde su llegada a Galicia hace aproximadamente una década.

La Estación Fitopatolóxica de Areeiro viene de publicar el pasado día 13 de agosto un informe en el que señala los importantes daños que la avispa asiática ha causado en las vides, con las bodegas a solo unos días de empezar la campaña de vendimia.

Otro animal incluido en esta lista es el visón americano, a pesar de encontrarse en 25 granjas por todo Galicia con un censo aproximado de 70.000 ejemplares. Esta especie, muy agresiva para su pequeño tamaño, es una de las responsables de la desaparición del visión europeo.

Es un fuerte competidor en el ecosistema y desplaza a otras especies, incluso protegidas. Hay ejemplares por toda la red fluvial gallega, especialmente por el sudeste de Pontevedra, o incluso en las Islas Atlánticas, dónde su número se ha visto reducido en los últimos años pero siguen sin ser controlados en su totalidad.

Su captura se hace mediante la colocación de diversas trampas o la recuperación de especies autóctonas como la nutria. Además, desde el comienzo de la pandemia las granjas en las que crecen los visones americanos son un foco de coronavirus y requieren medidas de vigilancia para controlar su expansión.

Por último, hay un crustáceo en la lista, que crece principalmente en los ríos y humedales de Galicia. Es el cangrejo americano –Procambarus clarkii–, que puede alcanzar una longitud de 15 centímetros.

Produce daños en otras plantas y animales de la zona, especialmente a los cangrejos autóctonos. Por su actividad excavadora afecta también al curso del agua. Su captura se realiza con técnicas manuales o eléctricas, colocando trampas para ayudar en estas tareas. También se puede emplear el drenaje para controlar el número de ejemplares.

Flora Mimosas

Sin nombre

Esta especie alóctona crece muy rápido, lo que dificulta el nacimiento de otro tipo de vegetación, y no exige muchos nutrientes al suelo. Se sigue considerando una flor ornamental y se recolecta para distintas tradiciones o festejos.

Fauna Vespa velutina

Sin nombre

La Xunta de Galicia, mediante la compañía pública SEAGA, retiró el año pasado más de 16.700 nidos, 5.000 de ellos en la provincia de Pontevedra. Las medidas de control se fundamentan en la eliminación de los niños y la captura selectiva de reinas.

Fauna Cangrejo americano

Sin nombre

La introducción de este crustáceo lleva aparejada también la disminución del número de anfibios. Es una especie con hábitos nocturnos, muy agresiva y protectora y que soporta bajos niveles de oxígeno, altas temperaturas y, moderadamente, climas secos

Problemas Impacto en los ecosistemas

La introducción de una especie exótica invasora provoca la reconfiguración del ecosistema, en ocasiones con daños irreversibles.

Efectos

Algunas de estas especies pueden provocar la extinción de otras que ya se encontraban previamente en el lugar, bien alimentándose de ellas o bien compitiendo en el mismo nicho ecológico.

Invasión

La invasión puede llegar por distintos motivos, pero generalmente es el proceso de globalización el que acelera la llegada de estas nuevas especies, aunque también se puede deber a introducciones accidentales o intencionadas. Suelen tener 3 etapas:

Primera fase

Llegada desde su hábitat natural

Segunda fase

Se adapta al nuevo ecosistema

Tercera fase

Se expande de nuevo

 

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