Espíritu Solla en el Carlos Oroza

José Bértolo y Gabriel Vázquez, jefes de cocina y sala en el restaurante Michelin de Poio, regresaron a su instituto, en el 25 aniversario, para ofrecer un menú inédito de diez pases
Hermo felicita al estudiantado. GONZALO GARCÍA
photo_camera Hermo felicita al estudiantado. GONZALO GARCÍA

La sorpresa fue mayúscula para los comensales que tenían este viernes su reserva para comer en el restaurante gastronómico del CIFP Carlos Oroza, pues no se encontraron el menú habitual -un lujo diario por diez euros- sino un servicio de diez pases, al estilo del decano restaurante gallego laureado con la estrella Michelin. Porque, efectivamente, al mando estaban el viernes los jefes de cocina y de sala de Casa Solla, José Bértolo González y Gabriel Vázquez Búa, respectivamente.

La actividad se enmarca en la programación del 25 aniversario del centro educativo, en el que estudiaron ambos profesionales, ahora en la cúspide.
Bértolo se formó durante cuatro años en el centro, pues hizo el ciclo medio y el superior de Cociña, donde dejó "moitas pistas do seu virtuosismo na cociña, a súa capacidade de liderado e o seu entusiasmo pola profesión", recuerdan sus profesores. Tras finalizar sus prácticas, entró casi inmediatamente a trabajar con Pepe Solla, como jefe de partida, y en 2016 aceptó el reto de ser jefe de cocina, cargo en el que continúa.

En los minutos previos a que la orquesta gastronómica se ponga en marcha con la llegada de los comensales, Bértolo, de 39 años, explica que se matriculó "ya de adulto", tras haber trabajado en hostelería. "Me apetecía ampliar mis conocimientos y me puse a estudiar aquí, en la escuela pública de mi ciudad".

Checho Bértolo: "Es un honor volver al Oroza. Es volver a donde aprendí, pero con otro rol. Ahora estoy en la mesa de los mayores"

Recuerda que gracias a su profesor Daniel Pulzoni "pude hacer prácticas un verano en Casa Solla, todavía estudiando aquí, y seguir trabajando" una vez titulado. Admite que en la cocina "manda Pepe sobre mí y yo sobre los siguientes. Es una cadena de mando y cada uno tiene su rol bien definido".
El menú del viernes conjuga "las ideas de los alumnos que yo fui ordenando, para hacer lo más parecido a lo que hago en mi día a día" en Casa Solla. Se muestra muy orgulloso por la invitación. "Es un honor y una experiencia impresionante. Es volver a donde aprendí, pero con otro rol. Ahora estoy en la mesa de los mayores".

Gabriel Vázquez: "Vengo con más ilusión que nunca, porque te acuerdas cuando estabas aquí intentando atender a la gente".

DESDE 2016. El menú arrancó con un aperitivo con tres conchas de marisco y siguió con xurelo lañado, cococha y miso de garbanzos, nabo guisado y un curioso condeados a entenderse, que daba nombre a una curiosa conjunción de tuétano de vaca y carabineros. Tras un postre intermedio a base de manzana, el almuerzo siguió con re-polo (pollo y repollo), lubina en su emulsión y cogollo con kefir. Dos postres de chocolate y maíz y de fruta osmotizada pusieron el toque final.

En el comedor, dirigiendo el baile de alumnos de Servizos, estuvo Gabriel Vázquez Búa (Pontevedra, 28 años), jefe de sala de Casa Solla, quien estudió en el Oroza el ciclo medio entre 2013 y 2015. Allí "destacou pola súa elegancia e corrección no desenvolvemento de cada servizo". Su historia es casi paralela, pues tras realizar sus prácticas y trabajar en Yayo Daporta, también fichó por Solla en 2016. "Vengo con más ilusión que nunca, porque te acuerdas cuando estabas aquí intentando atender a la gente. Es un privilegio".

"Foron alumnos avantaxados e hoxe son profesionais recoñecidos"
La actividad del viernes fue "moi emotiva", dijo el director del centro, Manuel Hermo, no solo por la presencia de ambos profesionales, sino por que se trató del último servicio de las últimas promociones de 2º de ambos ciclos, que ahora realizarán sus prácticas en empresas. Por eso también merecieron un aplauso de los comensales, entre quienes estaban el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores; la edil Yoya Blanco y el vicerrector del campus de Pontevedra, Jorge Soto.

"Checho e Gabriel formáronse aquí, foron alumnos avantaxados e hoxe son profesionais recoñecidos. Trouxeron aquí a súa experiencia" para apoyar "aos futuros profesionais".