Instituto de Neuro-rehabilitación Quirónsalud Pontevedra

"Están vivos, están aquí y son un ejemplo"

Los pacientes del Instituto de Neuro-rehabilitación Quirónsalud Pontevedra, sus familias y el personal del centro se reunieron este viernes para conmemorar el Día del Daño Cerebral Adquirido transmitiendo un mensaje de esperanza. Las historias de auténtica superación de María, Carlos y Domingo demuestran que sí se puede salir adelante
Pacientes, familias y profesionales del Instituto de Neuro-rehablitación Quirónsalud celebraron este viernes un acto en el centro de Poio. GONZALO GARCÍA
photo_camera Pacientes, familias y profesionales del Instituto de Neuro-rehablitación Quirónsalud celebraron este viernes un acto en el centro de Poio. GONZALO GARCÍA

María estaba en el instituto cursando Segundo de Bachillerato con el deseo de ir a la universidad para convertirse en docente de Educación Infantil. Cuando el 29 de abril su madre recibió una llamada telefónica, jamás imaginó que era un responsable del centro educativo para avisarla de que su hija se había desplomado en el patio y su estado parecía muy grave. Tras llevarla a urgencias y practicarle una resonancia, le comunicaron que la joven había sufrido un ictus. A partir de ahí, la vida de esta chica de 18 años y de su familia se ha convertido en un camino de esfuerzo que ya está dando sus frutos.

"Al principio fue un shock, una pesadilla para todos nosotros, porque María estaba en coma, parapléjica y tuvo que aprenderlo todo de nuevo: a tragar, a hablar, a caminar... Es un periplo de altibajos, pero está aquí y ya anda, corre, habla... La familia es fundamental en el proceso de recuperación, pero hay que colaborar con los profesionales sanitarios y aquí, en Quirónsalud, estamos en muy buenas manos. Esta es una pesadilla de la que se puede salir, pero hay que querer, pelear y mi hija lo hace cada día", explica Sonia Vázquez, la madre de María.

"Es que soy muy cabezona", añade ella. "Yo creía que todo era una pesadilla, pero ocurrió de verdad. Ha sido duro hasta para mí", dice, como si no fuese ella la principal protagonista de esta experiencia de superación. El caso de esta joven fue uno de los que centraron el acto celebrado este viernes en el Instituto de Neuro-rehabilitación Quirónsalud (ubicado en Poio) para conmemorar el Día del Daño Cerebral Adquirido.

María, joven que sufrió un ictus: "Yo creía que era una pesadilla, pero ocurrió de verdad"

Y es que, tal y como explicó Nataly Iglesias, trabajadora social del centro, en esta ocasión Quirónsalud quiso dedicar esta jornada a las familias de los pacientes para visibilizar la importancia de su labor. "Su colaboración es fundamental para desarrollar una acción terapéutica completa", subrayó.

Óscar Alonso, gerente del Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez, también destacó lo positivo de combinar el apoyo de los familiares con el "magnífico trabajo" de los profesionales del Instituto de Neuro-rehabilitación, un equipo del que afirmó sentirse muy orgulloso porque "nos da garantías y la tranquilidad de que los pacientes están en las mejores manos". De todo ello también dieron fe Teresa Pulido y Domingo. Él sufrió un síncope que le provocó una caída y un traumatismo craneoencefálico que le generó complicaciones muy serias.

"Cuando ingresó no podía ni levantarse y ahora ha recuperado el dominio motriz, puede hablar y está muy bien, tanto que muy pronto recibirá el alta médica. Al principio fue muy duro, porque no sabíamos qué era lo mejor para él, pero cuando tomamos la decisión de venir a este centro todo fue a mejor. Desde finales de julio ha hecho una terapia intensiva, pero también eficaz", explicó Teresa.

"Gregorio Marañón decía que el mejor sanitario es aquel que ama al enfermo y aquí eso se ve", añadió el propio Domingo. "Como paciente he tenido que poner el 100%, pero la Neuropsicología funciona y me gustaría decirles a los estudiantes de Psicología que tienen un futuro importante y que su tarea en esta sociedad es y será vital, así que, que las universidades y la Administración apuesten por esas titulaciones", indicó.

Además de los de Domingo y María, otro ejemplo de superación es el de Carlos, un joven de 30 años que sufrió un accidente de tráfico que le causó un traumatismo craneoencefálico muy severo y cuya evolución ha sido magnífica. Su hermana, Mónica Piñeiro, contaba este viernes que "la colaboración entre los terapeutas y la familia es fundamental y también que el propio paciente sea colaborador".

El proceso hasta el alta programada
Según explicó el Instituto de Neuro-rehablitación Quirónsalud Pontevedra, a su llegada a la Unidad, las familias son acogidas y la información clínica se completa con una historia social del paciente y su contexto familiar para establecer una intervención terapéutica centrada en la persona a tratar.

La familia es acogida por la trabajadora social, que informa del protocolo de valoración inicial, las rutinas diarias y presenta al equipo médico responsable del proceso. En torno a la tercera semana, familia y equipo terapéutico se reúnen para compartir información sobre la adaptación, evolución y los objetivos terapéuticos, que son actualizados cada semana. A partir de entonces, las familias establecen con el médico rehabilitador y el neuropsicólogo citas semanales de seguimiento en las que se proporciona soporte para el manejo conductual y emocional.

Los profesionales aplican un tratamiento intensivo y multidisciplinar donde intervienen especialistas en Medicina Rehabilitadora y de familia, Neuropsicología, Psiquiatría, Logopedia, fisioterapia, Terapia ocupacional, Trabajo social y Enfermería.

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