Álvaro Ibaibarriaga: "Estoy jodido, me siento una víctima de la Ley Mordaza"

Tras conocer la propuesta de sanción de 601 euros, Álvaro Ibaibarriaga, el hostelero que el 1 de noviembre protagonizó un incidente con feriantes de A Verdura y la Policía Local no oculta su enfado y anuncia que recurrirá "hasta el final"
Álvaro Ibaibarriaga, propietario del bar Pintxoviño
photo_camera Álvaro Ibaibarriaga, propietario del bar Pintxoviño

Álvaro Ibaibarriaga continuaba este jueves indignado tras recibir la confirmación oficial de una multa de 601 euros por desobediencia a raíz del mediático incidente ocurrido el pasado 1 de noviembre en la plaza de A Verdura, cuando le recriminó a unos agentes municipales su pasotismo con los feriantes que le impedían montar la terraza de su local, el bar Pintxoviño.

¿Cuál es su estado de ánimo?

Pues muy jodido, porque el fin de semana anterior a este follón había pedido ayuda a la Concejalía pues algunos feriantes nos habían amenazado a mí y a los camareros. Me dijeron que cuando tuviésemos algún problema avisásemos a la Policía Local y justo el día del jaleo tenía a dos agentes en la puerta y no me hicieron caso. En vez de proteger mis intereses, aún salí escaldado.

Ambas partes coinciden en el fondo de la cuestión: que unos feriantes le impedían montar la terraza y que usted le pidió colaboración a los policías. Pero donde saltan las discrepancias es en las formas...

Exacto. El policía se dirigió a mi de muy malas maneras para decirme que no pensaba decirle a los rumanos que levantasen la manta del suelo y ahí fue cuando tuve que ir personalmente a decirles que dejasen el sitio libre. Al volver le dije al agente "¿Ves como no era tan difícil?" y ya se montó el lío. Además, ponen en mi boca expresiones en gallego. Me cuesta entenderlo, como para hablarlo...

¿Había tenido antes algún problema para montar su terraza?

Llevo seis años montándola y siempre se había respetado mi zona de terraza. Pero ese día había unos cuantos rumanos con un plástico vendiendo basura, que ni era un puesto ni era nada.

"Presentaré recursos hasta el final, pero me da a mí que el primero me lo van a negar, porque va al agente que me denunció"

¿Cómo le llegó la notificación?

Llegó a mi casa en Álava. Fue mi hermana la que me avisó y quien me la envió por correo. Una vez aquí, la revisé junto al abogado y decidimos acudir a la Subdelegación del Gobierno para recoger una copia de la denuncia formulada por el agente.

¿Recurrirá la propuesta?

Por supuesto, pienso llegar hasta el final. De momento, tenemos 15 días para presentar el primer recurso.

¿El primero?

Sí, ese va directamente al policía que denunció y me da a mí que me lo van a negar (sonríe). El segundo va dirigido a la Subdelegación del Gobierno y, si ese también lo echan para atrás, el tercero llegará al ministro del Interior.

¿Estaba convencido de que le llegaría la multa o tenía la esperanza de que la denuncia no prosperase?

Cuando fui a la Jefatura y me dijeron que ya se había tramitado, supe que me acabaría llegando la sanción. Además, otro agente me lo confirmó días después.

Una vez que se presenten los recursos, ¿cree que el proceso se detendrá en algún momento?

Sinceramente, creo que a nada que el instructor se entere de lo que realmente pasó verá que fue una estupidez y lo tirará abajo, porque esto no tiene ni pies ni cabeza. Pero, por si acaso, ya he empezado a ahorrar. Las Navidades van a ser un poco duras.

Su abogado asegura que sus derechos han sido cercenados por una aplicación abusiva de la Ley Mordaza. ¿Se siente una víctima de la misma?

Pues sí, totalmente. Porque me dirijo a unos agentes para pedir ayuda y que velen por mí y al final acabo siendo yo el denunciado.