¿Pero qué significa tronda?, le pregunta todo el mundo a Mercedes Vázquez Pereiro. Esta profesora de Procesos Comerciais y de Servizos Comerciais en el IES Luís Seoane explica que es una palabra muy utilizada en A Peroxa (Ourense) para referirse "a cuando se juntaban las familias y estaban de algarabía".
Tronda es también el nombre del nuevo proyecto impulsado en el instituto de Monte Porreiro, en el que los protagonistas son un grupo de 24 alumnos de Ciclo Medio de Actividades Comerciais que rondan los 18 años. Lo hicieron "en apenas dos semanas, a velocidades supersónicas".
Se trata, señala la docente, de un coworking comercial y la intención es "ir ampliándolo en próximos cursos a nivel de Galicia con otros institutos que colaboren con nosotros". El objetivo del proyecto, que ha entusiasmado a los alumnos, es 2que entiendan la idea de negocio no como algo aislado, ya que el futuro de los pequeños comercios es agruparse".
Mercedes Vázquez: "Lo hicimos todo con materiales reutilizados o comprados, pero muy baratos, por eso tiene más mérito"
De ese modo, convirtieron en realidad la teoría que estudian en clase. "Hicieron varios escaparates que intentan emular a los de altas firmas, como Chanel, para que se vea que no se trata solo de llenar de objetos un espacio", sino de apostar por el "minimalismo hecho con gusto, que en nuestro caso tiene un valor añadido, porque fue hecho con materiales reutilizados, desde rollos de papel higiénico a cartón, cartulina... Cosas recicladas o compradas, pero muy baratas", apunta Mercedes.
La docente destaca que "lo hicieron ellos todo, absolutamente todo", incluyendo una bailarina que destaca entre trajes de noche y camisetas de fútbol. Está elaborada en cartón pluma y papel y se mueve como si estuviera en una caja de música gracias al profesor de Tecnoloxía, Fernando Malvar, que hizo el mecanismo para que la figura se moviera.
Carla Lago: "O coworking paréceme unha das mellores cousas que fixemos durante o curso, a máis orixinal e divertida"
"Están emocionados, quieren aprender sus negocios, ser escaparatistas...", apunta Vázquez. Aunque estas piezas no están a la venta, la idea es avanzar el próximo curso, utilizando técnicas de scrapbooking, decoración o de pintura textil y "ahí igual podemos colaborar con el Anpa y vender alguna cosa".
Carla Lago, de quien partió la idea de la bailarina, asegura que este proyecto "paréceme unha deas mellores cousas que fixemos durante o curso, a máis orixinal, divertida...", mientras que su compañera Laura Mendoza subraya que "me gustó la idea porque para eso estamos estudiando esto. Que no solo sea teoría, sino también práctica".
