"La actividad oficial está prácticamente paralizada. No hay celebraciones de vistas civiles, no hay tramitación procesal civil… La actividad se limita a aquellas cuestiones de tramitación urgente o de vía penal destinadas a presos, a detenidos… o en algún juzgado en el que los funcionarios son interinos o no estén de huelga, pero son muy escasos. En términos generales casi se puede hablar de parálisis total".
Así explica el abogado Evaristo Estévez las consecuencias que está teniendo la huelga de los funcionarios de la Administración de Justicia en Pontevedra.
"En mi caso concreto he tenido que aplazar absolutamente todos los juicios: alrededor de una docena, entre jucios, audiencias previas, vistas…, incluso algunos fuera de Pontevedra que conllevaron el desplazamiento hasta el lugar donde se iba a celebrar y en los que nos encontramos con la suspensión al llegar allí", señala. En estas situaciones, el problema es que "muchas veces no se define con anterioridad la suspensión y esto genera un trauma añadido, porque te tienes que desplazar hasta la sede judicial y una vez allí es cuando te informan de que la vista no se va a celebrar, pero todos los que están citados se han tenido que trasladar. Esto supone un perjuicio importante, aún más que para los abogados, para nuestros clientes, porque nosotros en cierto modo estamos obigados a trasladarles los costes a ellos, que son los perjudicados finales".
Entre las consecuencias que está teniendo el paro, Evaristo Estévez cita ejemplos: "Clientes que no pueden obtener una restitución económica por la que llevan meses esperando, sentencias que dicen que se les tiene que indemnizar con una cantidad y no es posible ejecutarlas porque no hay impulso procesal...". Según subraya, "si la Justicia no puede culminar en términos de eficacia el proceso que al efecto te has visto obligado a seguir, al final no sirve de nada. Imagínese que una compañía aseguradora tiene depositada en el juzgado una cantidad a disposición de un cliente desde hace 20 días y el cliente no la recibe, ¿a quién se le imputa ese período de tiempo que el dinero ha estado depositado en el juzgado sin poder recibirlo el beneficiario?".
En palabras suyas, "se están generando perjuicios muy importantes. Otra cosa es que sea responsabilidad de unos o de los otros, yo ahí no me meto, pero los perjudicados de todo esto están siendo, sin ninguna duda, los administrados, aún más que los profesionales", dice.
Este abogado incide en que "el problema es que se está creando un colapso y volver a recomponer toda la agenda no va a resultar sencillo. Ya no lo es tramitar el día a día, porque hay una sobreaportación de asuntos a una Justicia que está muy mal dotada tanto a efectos materiales como personales. Si a eso le añadimos que hay un parón de tiempo en el cual no se desarrolla actividad de tramitación, imaginémonos el caos en el que se está convirtiendo la Administración de Justicia en Galicia en estas semanas", señala.
Además, este profesional recuerda que, cuando se suspende un acto, "no se puede dar otro señalamiento, porque es una huelga indefinida y no se conoce cuándo va a terminar. Por lo tanto, los juzgados no están volviendo a señalar la fecha de celebración de la vista. Simplemente comunican la suspensión y, una vez que se alcen los motivos, volverán a notificar a las partes la fecha del nuevo señalamiento, y solo lo podrán hacer cuando tengan la agenda a punto para poder poner la fecha del juicio en sí. Es una situación muy complicada para los juzgados y está generando un caos importante".
Como la mayor parte de las huelgas, la que mantienen desde hace semanas los funcionarios de Justicia también está ocasionando daños colaterales y, en este caso, los principales perjudicados son aquellos que padecen directamente las consecuencias de la suspensión de vistas, audiencias previas, juicios…
Tal y como explica Chus Ardao, de Ardao Abogados (en Pontevedra), "todos los juicios que teníamos, a excepción de casos muy puntuales, se han suspendido, lo que supone el retraso del cierre de expedientes. Los letrados, habitualmente, cobramos los asuntos cuando finalizan. Además de no haber juicios, tampoco nos notifican sentencias, así que esto también afectará a nuestra facturación de este mes y probablemente de los siguientes, pues, dada la acumulación de asuntos que se producirá, los juicios suspendidos probablemente quedarán para después del verano".
En el caso de esta profesional (que traslada su respeto absoluto al derecho de huelga y su deseo de que se llegue pronto a un acuerdo satisfactorio para todas las partes), acumula ya la suspensión de diez señalamientos y problema al que se suma el retraso que implicará todo esto.
Tal y como manifiesta, "me constan casos de compañeros que tienen pendientes vistas que, en circunstancias normales, tendrían que señalarse en dos o tres meses, y ya se están haciendo de aquí a casi un año. Todos estos juicios que se están suspendiendo con motivo de la huelga tendrán que volver a señalarse y, ¿cuándo se va a producir esto? Pues si ya hay juicios señalados con anterioridad para marzo, abril, mayo y junio, lo único que se podrá hacer es ubicarlos en huecos que hayan quedado en la agenda de señalamientos, pero si está saturada y no hay huecos, se van al final de la agenda y eso supone retrasos de un año tranquilamente".
