La expedición pontevedresa para visibilizar la ELA logra el reto de llegar a Ribadesella

Reto conseguido. Tita García, su marido Víctor Loira y dos amigos, Cons Moledo y Fernando Baquero, lograron el sábado el reto de recorrer los 500 kilómetros que separan Pontevedra de la localidad asturiana de Ribadesella. Habían partido desde la Boa Vila el pasado día 14 con la intención de dar mayor visibilidad a la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), una enfermedad neurodegenerativa que afecta a las neuronas que ordenan el movimiento voluntario de los músculos.

La impulsora de la reivindicación fue Tita García, una pontevedresa de 46 años de edad a la que le diagnosticaron la enfermedad hace cuatro años. Su amigo Cons Moledo hizo el camino corriendo y su otro colega Fernando Baquero prestó apoyo desde una autocaravana.

Su marido, Víctor Loira, efectuó el trayecto en bicicleta. Convive desde hace más de una década con la enfermedad de Chron (una dolencia inflamatoria intestinal) y todavía lidia con las secuelas de una intervención reciente.

Además, Tita fue la persona homenajeada en la edición de la carrera solidaria que tuvo lugar este domingo en Ribadesella.