Experimentos que demuestran las consecuencias directas de fumar

El profesor Isorna invitó a los asistentes a salir al exterior del vicerrectorado de la Universidade de Vigo para realizar uno de los experimentos

Instante de uno de los experimentos que realizó el profesor Isorna en Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Instante de uno de los experimentos que realizó el profesor Isorna en Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Isorna acudió al Campus de Pontevedra a informar a los jóvenes sobre las consecuencias del consumo de tabaco y de cannabis. Puso sobre la mesa infinidad de datos de lo más preocupante, pero apostó por ofrecer, a través de experimentos prácticos, una visión directa que aportase a los asistentes a la jornada pruebas directas de las consecuencias de las citadas prácticas.

El profesor llegó a la Casa das Campás con toda clase de artilugios para fumar, consciente de que para afrontar un problema, lo primero es conocerlo directamente.

Semillas de cannabis, derivados de la citada planta, vapeadores o cachimbas estaban a disposición de los estudiantes, que, además, comprobaron sobre el terreno lo dañino que puede llegar a ser para la salud un solo cigarrillo.

Así, invitó a los asistentes a salir al exterior del vicerrectorado de la Universidade de Vigo para realizar uno de los experimentos. Utilizó una botella de litro y medio de agua, que llenó hasta la mitad. A continuación tomó un cigarrillo y el recorte del dedo de un guante, que introdujo a través del mismo, dejándolo sobresalir unos centímetros bajo el filtro del pitillo.

En el hueco, colocó un pequeño algodón. Acto seguido situó el cigarro en el cuello de la botella, en cuya base efectuó un pequeño orificio para permitir la combustión. Lo encendió, lo tapó con una garrafa vacía de cinco litros y aguardó unos segundos hasta que se consumió.

La conclusión del experimento fue muy ilustrativa. El profesor retiró la garrafa, cuyos cinco litros estaban repletos de "humo de segunda mano", el que afectaría a los fumadores pasivos. La botella de litro y medio también estaba llena de humo. El algodón, por último, ya no era blanco, sino marrón, producto del alquitrán que habría sido inhalado.

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