Los expertos calculan que la cepa británica ya provoca el 25% de los nuevos contagios en el área

Sanidade no descarta que, a finales del mes de marzo, una de cada dos infecciones provenga ya de esta variante del coronavirus
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photo_camera Un test realizado en Vilalonga. GONZALO GARCÍA

La evolución de la pandemia está haciendo buenos los pronósticos sobre los que los epidemiólogos llevan días alertando. Alcanzado el pico del denominado efecto navidad, la mayor preocupación ahora es medir el impacto de las nuevas cepas del coronavirus entre la nueva población infectada. Si hace poco más de una semana los servicios sanitarios calculaban que entre un 10 y un 12% de los nuevos contagios estaban directamente relacionados con la variante británica de la covid-19, esta proporción podría estar rondando ya el 25%.

Así lo estima Miguel Álvarez Deza, jefe del Servicio de Alertas Epidiomiológicas del área sanitaria de Pontevedra. Según sus cálculos, al menos uno de cada cuatro casos nuevos que la pandemia está dejando en la comarca provienen de esta cepa. Por el contrario, no consta en el área de Pontevedra ningún caso provocado por las variantes surafricana o brasileña, cepas de las que ya se han detectado pacientes en otras zonas de España.

Esta percepción, aunque aparentemente alarmante, coincide con las previsiones que ya maneja desde hace días la Consellería de Sanidade. El propio titular de este departamento autonómico, Julio García Comesaña, admitía en una entrevista en Diario de Pontevedra que, a finales de marzo, el 50% de los nuevos casos de coronavirus en Galicia podrían estar vinculados directamente con la galopante cepa británica.

El avance en la vacunación y el aumento de pruebas serológicas y PCR tratarán de mitigar este efecto, detectando el mayor número posible de asintomáticos y aislando al máximo a los contagiados y a sus contactos directos.

Por el momento, a falta de verificar la evolución real de estas cepas, los datos epidemiológicos del área sanitaria siguen mejorando, una tendencia que se inició a finales de la pasada semana, cuando comenzó a doblegarse una curva de contagios que alcanzó su pico el pasado 3 de febrero. Esa fecha, la comarca pontevedresa llegó a los 2.639 casos activos, la mayor cantidad de pacientes desde que arrancó la pandemia en marzo de 2020.

Desde entonces, las infecciones fueron mitigándose hasta alcanzar los 2.141 casos activos notificados el jueves, una cifra similar a la registrada en la última semana de enero, pero todavía muy lejos del pico de la pandemia en la segunda ola (noviembre), cuando nunca se llegaron a superar los 1.265 casos.

Durante la primera ola de la covid-19, el área de Pontevedra tuvo un pico máximo de 450 contagiados.

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