Concejal en Pontevedra durante el mandato de Javier Cobián y vicepresidente de la Deputación en esa misma etapa. Bernardo López Abadín, político del Partido Popular, falleció este jueves en su domicilio de Chancelas, en el municipio de Poio, dejando tras de sí un legado en el que destacó especialmente por su trabajo en un momento clave para la Educación en la ciudad del Lérez: la puesta en marcha de la Facultade de Belas Artes y del actual Campus Universitario, que nació en un momento en el que la capital de la provincia se estaba quedando atrás en la materia.
En su trayectoria intachable al servicio del Partido Popular destacó un detalle que lo honrará siempre como persona: dado que la Xunta de Galicia no daba los pasos suficientes como para impulsar el Campus de Pontevedra, fue convocada una manifestación que contaba con el apoyo de socialistas y de nacionalistas. El entonces presidente autonómico, Manuel Fraga, dio orden a los suyos de no acudir, según cuentan las crónicas de la época. Sin embargo, Bernardo López Abadín antepuso su conciencia a las órdenes y se decidió a caminar por las calles de Pontevedra al lado de sus adversarios políticos y contraviniendo la orden de su jefe. Y puso los cimientos para la actual vida universitaria de la ciudad.
Más allá de su carrera política, que dejó poco tiempo después de que el Campus fuese una realidad, destacó su vida como cardiólogo. Padre de tres hijos, tenía entre sus aficiones la lectura, las tareas campestres y sus nietos. En sus tiempos mozos mostró destreza con la raqueta, llegando a ganar algún campeonato local de tenis, y con la vela. Con el tiempo, como todos, se dedicó a disfrutar de su familia.
Tras su fallecimiento, la incineración se realizó en la intimidad familiar. La familia de López Abadín ha trasladado que el funeral por su eterno descanso se anunciará próximamente.
