"As súas pinturas convértense en miradoiros luminosos dunha paisaxe evocadora", decía el crítico Ramón Rozas sobre el trabajo de Arturo Cifuentes, el pintor fallecido el viernes en Vilariño (Poio) a los 84 años. El creador, uno de los más importantes de su generación en Pontevedra, será enterrado este sábado. El cadáver será trasladado a las 16.30 horas desde el Tanatorio de Poio a la Igrexa Parroquial de San Xoán, donde se celebrará el funeral. A continuación tendrá lugar la incineración en la intimidad familiar. Cifuentes estaba casado con Carmen Díaz y tenía cuatro hijos: Mercedes, Miguel, Sara y Marta.
Arturo Cifuentes nació en Ávila en 1934. Se estableció en Pontevedra en 1959, apenas cuatro años después de comenzar su carrera como creador plástico con una exposición en su ciudad natal. A esa muestra le siguieron otras en distintas partes de Galicia y España. Según recoge la Gran Enciclopedia Galega Silverio Cañada, la primera en Pontevedra tuvo lugar en 1963, en la sala de la casa sindical. Entre otros galardones, consiguió el primer accésit de la II Bienal de Arte de Pontevedra (1972). La misma Bienal le volvería a premiar en 1977 con una Medalla de Bronce. Su obra también se pudo ver en la feria Arco en 1984, en plena década de funcionamiento y proyección del Grupo Eixo, que conformaron él y otros colegas locales con la intención de difundir el arte que se realizaba en la provincia.
En los últimos años, Cifuentes fue reivindicado en Pontevedra a través de dos exposiciones colectivas. En mayo de 2014 formó parte de Unha mirada, dous tempos, que reunía en el Café Moderno, con motivo del centenario de las pinturas de Carlos Sobrino que se conservan en ese inmueble, a una docena de creadores fundamentales de la plástica gallega contemporánea. El comisario de la iniciativa fue Ramón Rozas, y además de Cifuentes participaron Alejandro Paisa, Jorge Castillo, Rafael Úbeda y Manuel Moldes, entre otros.
Miembro destacado del Grupo Eixo, el autor dedicó buena parte de su trayectoria a recrear el paisaje castellano
La segunda exposición, una de las últimas en las que participó, tuvo lugar en noviembre de 2014 en el Sexto Edificio del Museo de Pontevedra. Se trataba de un homenaje al grupo Eixo, que reunía en un mismo espacio obra de cuatro de sus integrantes, Rogelio Lorenzo, Benito Vázquez, Arturo Cifuentes y Ricardo Ferreiro. El comisario de la propuesta fue José Curt.
Obligado por sus problemas de salud, concretamente de vista, había abandonado la pintura en la actualidad. Del conjunto de su trayectoria destaca la dedicación al paisaje castellano. "Como artista os trazos fundamentais da súa obra son a intensidade na cor, e na luz así como o interese polo espacio, o que constitúe a clave da súa arte, cos que constrúe paisaxes ríxidas, pero dunha grande emoción e dunha realidade inconfundible", recoge la Gran Enciclopedia Galega Silverio Cañada.
