Fallece una persona arrollada por el tren y el tráfico ferroviario se paraliza 81 minutos

El convoy procedente de A Coruña estaba aproximándose a la estación pontevedresa cuando se produjo el atropello ► Los 62 pasajeros aguardaron en el interior de los vagones hasta que el juez autorizó el levantamiento del cadáver
Atropello mortal de un tren en Pontevedra
photo_camera Atropello mortal de un tren en Pontevedra

El tráfico ferroviario entre A Coruña y Vigo se vio paralizado este viernes durante cerca de hora y media (exactamente, 81 minutos) a raíz del atropello mortal de una persona que se encontraba en las vías del tren cuando el convoy procedente de la ciudad herculina se aproximaba a la estación pontevedresa.

El luctuoso suceso se produjo minutos antes de las 12 horas en el tramo soterrado del Este de la ciudad del Lérez, a 200 metros de los andenes. El maquinista no pudo evitar el arrollamiento pese a que, según las primeras pesquisas, circulaba a una velocidad reducida y llegó a ver a la víctima, a la que intentó avisar mediante el claxon para que se apartase de la trayectoria.

El tren había partido de A Coruña a las 11,00 horas y tenía previsto llegar a Vigo a las 12:20 horas. En el momento del atropello, viajaban en su interior 62 pasajeros mientras que unas 15 personas lo aguardaban en la estación pontevedresa para que las trasladase hasta la ciudad olívica. Algunas de ellas, al tener conocimiento de lo ocurrido, optaron por solicitar la devolución del billete y desplazarse en bus.

Nada más producirse el incidente, responsables de Renfe gestionaron la presencia de un autobús para trasladar a los pasajeros por tierra hasta sus destinos. Sin embargo, aunque el transporte se apostó a la entrada de la estación, sus servicios finalmente no fueron necesarios.

RÁPIDA RESPUESTA. Con el tren detenido, sus ocupantes siguieron desde el interior la labor de los servicios de emergencia, que tuvieron una reacción inmediata. Agentes de las policías Local y Nacional, efectivos sanitarios del 061 y personal del Parque Municipal de Bomberos llegaron al enclave, de muy difícil acceso, en cuestión de minutos.

Sin embargo, pese a la celeridad de los funcionarios, sólo se pudo constatar el fallecimiento del viandante, por lo que el siguiente paso fue aguardar por la autorización judicial para el levantamiento del cadáver, lo que se produjo al cabo de 81 minutos.

Fue en ese instante cuando el tren pudo continuar su marcha y el tráfico ferroviario se repuso en su totalidad, habiendo afectado a los horarios de tres trenes.

Dado que el suceso ocurrió en una zona muy céntrica de la ciudad, pronto se congregaron numerosos viandantes que a esa hora de la mañana transitaban por el anillo de A Eiriña y la calle Eduardo Pondal, muy próximas al lugar de los hechos. Por este motivo, los agentes municipales procedieron a acordonar la zona, en especial los puntos por los que los transeúntes podrían acceder al lugar del siniestro. Paralelamente, bomberos, Policía Científica y personal de Adif iniciaban sus pesquisas en el interior del túnel.

EXPECTACIÓN. Decenas de curiosos se asomaron al muro que separa la acera de las vías (con un considerable desnivel) para seguir en vivo los trabajos de policías y bomberos.

Las siguientes en desplazarse a la zona fueron las autoridades judiciales, encargadas del levantamiento del cadáver, paso previo para la reapertura de la circulación ferroviaria, que permaneció cerrada durante 81 minutos.

LA HISTORIA SE REPITE. Los atropellos en las vías del tren suelen tener un resultado trágico, debido a la fragilidad de la persona frente a la robustez del vehículo. La zona del suceso de ayer era escenario de episodios similares años atrás, aunque con el soterramiento de las vías se consiguió cortar la negra estadística. Otro enclave del recorrido ferroviario de la ciudad en el que se han registrado casos similares en los últimos años es el túnel de Monte Porreiro.

Las medidas de seguridad para impedir que las personas puedan acceder a las zonas de las vías han aumentado de forma considerable en los últimos meses, tras la electrificación de las mismas y su ampliación para el paso del tren de Alta Velocidad.

A PIE DESDE LA ESTACIÓN. En cuanto al camino que recorrió el fallecido hasta llegar al lugar en el que ocurrió el siniestro, se sospecha que pudo partir de la propia estación de Pontevedra y, desde allí, dirigirse hacia el lugar en el que falleció.

Algunos testigos explican que el maquinista del tren que acabó por atropellar al ciudadano pudo verle en las vías. Sin embargo, y aunque circulaba a una velocidad muy reducida (estaba a escasos metros de la estación, donde iba a detenerse), no logró detener por completo el convoy, por lo que no pudo evitar el trágico desenlace.

Los agentes de la Brigada Provincial de Policía Científica trabajan ahora en el análisis de los vestigios que pudieron recabar en el lugar del suceso, que, unidos al examen forense de los restos mortales del fallecido, servirán para determinar con total exactitud las causas de la muerte y confirmar que, como parece en un primer momento, se trató de un fallecimiento por voluntad propia.

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