La falta de señales ha dejado a medias los cambios de tráfico en O Castañal. El concejal de Obras de Pontevedra, Demetrio Gómez Junquera, aseguró este miércoles que el retraso en la reordenación viaria prevista en la zona se debe a la escasez de aluminio, que impide tener las piezas necesarias para poner en marcha el nuevo circuito.
El plan tiene como objetivo la reducción del paso de vehículos ajenos al barrio, evitando así que los conductores que no vivan o trabajen en este ámbito lo utilicen como atajo para llegar al puente de Os Tirantes. La medida también busca facilitar el acceso de los residentes a los garajes por distintos puntos.
Ir en coche por O Castañal implica distintos cambios desde mediados de este mes. El informe de la Policía Local en el que se dio vía libre a la instalación de señalización vertical y horizontal en el área se firmó el pasado día 13. En la resolución, los técnicos municipales señalan que el operativo no es definitivo y está sujeto a cambios.
La reorganización del tráfico afectará a las calles Forcarei y Ernesto Caballero, que serán de doble sentido. También habrá novedades en Mestre Soutullo. Su tramo final, el que está más pegado a la Praza das Regas, cambia de dirección y será de subida. De esta forma se facilitará el acceso a la avenida de Lugo a través de Gaiteiro de Soutelo.
El proceso de reordenación implicará, por otro lado, la prohibición de transitar por Ángel Amor Ruibal. El Concello quiere que esta sea una zona de estancia, por lo que instalará un bolardo para impedir el paso de vehículos. Este elemento aún no se ha podido colocar por la crisis de materias primas.
REUNIÓN VECINAL. Los vecinos acogen con escepticismo los cambios de tráfico previstos en O Castañal. Lo hacen tras la reunión que el pasado lunes mantuvo una representación vecinal con el edil de Obras, Demetrio Gómez Junquera, que les explicó los cambios de dirección planteados por los técnicos.
Las explicaciones del concejal del BNG lograron mitigar el malestar inicial, pero no las dudas sobre la efectividad de estas modificaciones. "Habrá que esperar a ver los supuestos beneficios de la actuación y aparcar de momento ese sentimiento tan nuestro de desconfianza y recelo hacia los cambios ya que éstos siempre suelen despertar en nosotros un rechazo inicial", explica uno de los residentes del barrio que asistió al encuentro con Demetrio Gómez Junquera.
El nuevo mapa viario en O Castañal es consecuencia del proyecto de reforma integral de parte de este barrio y de Loureiro Crespo. Las obras han sufrido un importante retraso por imprevistos técnicos y el impacto de las crisis de materiales y de personal generadas por la pandemia del coronavirus y por la guerra de Ucrania.
Los trabajos no solo contemplaban la reurbanización de Loureiro Crespo, sino también la humanización de cinco calles más: Ernesto Caballero, Forcarei, Amor Ruibal, Mestre Soutullo y Ramón Cabanillas. El plazo de ejecución de la actuación, que deberá estar lista en agosto, se ha ampliado en cinco ocasiones. Y su presupuesto superará los 2,6 millones de euros.