Grandes marcas del sector servicios han barajado en los últimos meses la posibilidad de instalarse en Pontevedra, pero finalmente han desistido de la idea por varios factores que consideran claves para la viabilidad de sus negocios.
Según las fuentes consultadas, las firmas del textil solo tienen ojos para Benito Corbal, donde ahora mismo ya no quedan locales vacíos para grandes desembarcos. Las de restauración demandan lugares con facilidades de aparcamiento, lo que hace desechar varias calles del centro, y otro tipo de franquicias tiran la toalla tras visitar otras posibles ubicaciones y contemplar locales cerrados, véase las calles Michelena o Gutiérrez Mellado. Los precios tampoco ayudan y en más de un caso han abocado a las compañías a desistir de instalarse en la urbe.
Oti Lorenzo, de la Agencia Inmobiliaria Bolboreta, señala que "en los últimos meses ya hubo siete u ocho franquicias que me han dicho que han descartado Pontevedra, porque el estudio de mercado no les ha salido favorable. En otros casos vienen los responsables de expansión y en cuanto ven dos o tres calles buenas con locales cerrados ya no les gusta. Ahora las franquicias miran mucho donde abren y, a lo mejor, dentro de Galicia priorizan Vigo o Santiago", urbes con más población.
Dentro de las marcas con las que ha contactado esta agente inmobiliaria se encuentran cadenas de artículos de regalo y del mundo de la hostelería. Pero no son las únicas que han testado la posibilidad de abrir en Pontevedra. Muchas otras de otros subsectores han sondeado la posibilidad de abrir en la ciudad, pero uno de los grandes problemas es que la mayor parte quiere un hueco que no existe en Benito Corbal o zonas literalmente pegadas. "Lo primero que hacen las franquicias es marcar un redondel sobre el mapa y de ahí no se mueven, aunque les ofrezcas la ganga del siglo", señala Lorenzo.
HÁNDICAPS. En la actualidad solo hay cuatro locales en alquiler a pie de la milla de oro, pero con difícil encaje para las grandes cadenas. Uno de ellos fue ocupado por la firma de moda Blanco hasta 2017, cuando cerró sus puertas a causa de dos concursos de acreedores que no pudo remontar y que desembocaron en el despido de 850 empleados y el cierre de 102 establecimientos en todo el país.
La renta que piden los propietarios resulta excesiva para los negocios con facturación más contenida pues, según indican agentes del sector, se acerca a los 9.000 euros mensuales. Y, al mismo tiempo, sus dimensiones tienen difícil aceptación para los imperios con más cash, ya que la superficie útil está repartida en tres plantas estrechas.
Otro local disponible es el que ocupó por última vez una franquicia de Andrea Milano, pero de nuevo sus dimensiones se quedan cortas para las grandes marcas y, además, su ubicación se aleja del núcleo duro de la milla de oro. Un tercero es el que mantuvo con vida hasta finales de 2019 El Chiringuito, en este caso un establecimiento más céntrico, pero con pocos metros cuadrados. Y el cuarto, ubicado en el ecuador de Benito Corbal, tampoco acaba de convencer a los inquilinos en potencia.
Los precios también ponen barreras a la ampliación de la actividad comercial en otras zonas céntricas de la ciudad. Manuel González Pajariño, propietario de la Inmobiliaria Pedrosa, conoció hace unos meses el caso de una conocida firma de venta de audífonos que "acabó desechando la posibilidad de abrir en Pontevedra porque no encontró lo que buscaba y lo que estaba disponible era muy caro".
El agente inmobiliario asegura que las rentas que se están pidiendo por algunos locales son "desorbitantes" y, como indican compañeros del gremio, confirma que esto hace que se generen zonas con varios establecimientos vacíos que acaban actuando como un elemento disuasor a la hora de abrir un negocio. "En realidad Michelena es una calle muy transitada, pero hay muchos locales vacíos porque muchos se niegan a bajar las rentas y eso al final afecta a la ocupación. Tiene que dar uno el paso para que el resto se anime".
José Luis Leiro, responsable de la Inmobiliaria Leiro, añade que las posibilidades para aparcar cerca del establecimiento conforman otro factor que examinan a conciencia las compañías que tantean su apertura en la ciudad del Lérez. Sobre todo las que se dedican a la restauración y, particularmente, las que operan en el campo de la comida rápida. "Lo que quieren es que se pueda aparcar fácil, por eso en este caso más que un problema de falta de locales o de precios, lo que más influye es el aparcamiento. Su perfil de cliente busca mucho la comodidad y, por lo que nos dicen, Pontevedra resulta muy incómoda para la que gente que viene de fuera".
ÚLTIMAS APERTURAS. Volviendo a centrar el foco en Benito Corbal, cabe recordar que la última apertura empresarial ha sido obra de la cadena de productos cosméticos Rituals. La firma rápidamente ocupó el local que quedó libre tras el cierre de Uterqüe, la marca de alto standing de Inditex que, en el caso de Pontevedra, recababa mejores datos a través del comercio online que a través del comercio físico.
Anteriormente, la otra apertura que tuvo lugar en la milla de oro corrió a cargo de la empresa de venta de lencería Tezenis, la cual dio relevo a Mango después de que ésta se trasladara al Gran Garaje. Por su parte, Sfera, la marca low cost de El Corte Inglés, abrió a finales de febrero de 2018.
