Familias y docentes se resisten a la europeización del calendario escolar

Educación descarta una modificación que distribuya las vacaciones a lo largo del año ► La Fanpa prioriza el beneficio para el alumnado, pero ve difícil llevar a cabo la conciliación
Un aula del CEIP Álvarez Limeses durante la reciente prueba de evaluación de 6º
photo_camera Un aula del CEIP Álvarez Limeses durante la reciente prueba de evaluación de 6º

Galicia se resiste a europeizar el calendario escolar, un paso adelante que dio, por ejemplo, el Gobierno de Cantabria. En esta comunidad la Junta de Personal Docente y la Consejería de Educación llegaron a un acuerdo para incluir una semana de descanso por cada siete de clase de cara al próximo curso, al estilo de la mayoría de países europeos. El alumnado tendrá casi dos semanas menos de vacaciones en verano, pero la cifra de días lectivos será igual. Los recesos coincidirán con las fiestas familiares, pero habrá clase el 23 de diciembre y la víspera de Jueves Santo. Se establecen tres períodos de 35 días (desde el inicio de curso hasta la semana del puente de Difuntos, entre esta y Navidad y desde Reyes hasta Carnaval o Semana Blanca), otro de 28 entre principios de marzo y Semana Santa, y un último de 44 días hasta final de curso.

Otras comunidades como Cataluña y País Vasco realizaron modificaciones similares, mientras en Navarra los exámenes de recuperación de ESO se adelantarán de septiembre a junio en 2017. Galicia, sin embargo, ve lejana una revolución similar. Precisamente este martes se celebró la Mesa Sectorial de Educación, en la que se aprobó el calendario para el próximo curso, en la línea de años anteriores. Un portavoz de la Consellería matizó que "o calendario é así desde hai moitos anos e non hai problemas", aunque no descartó que "nalgún momento se abra un debate".

FANPA. Familias y docentes son los principales interlocutores de cara a un hipotético cambio. La Federación Provincial de ANPA de Centros Públicos de Pontevedra (Fanpa) apela al "beneficio para os rapaces" a la hora de abrir un debate, en palabras de su presidente, Roxelio Carballo. "Se os motivos pedagóxicos son claros, habería que facer un esforzo entre todos para que fora factible un calendario máis europeo", aunque tampoco deja de lado otra cuestión trascendental como la conciliación laboral y familiar. "As vantaxes pedagóxicas son importantes, pero acompañadas da facilidade para a conciliación. Non sería problema se estivera regulada, pero iso non ocorre nin na empresa privada nin co funcionariado". La Fanpa, por ejemplo, tiene en marcha ludotecas estivales, pero distribuyendo las vacaciones a lo largo del año "sería vestir un santo para desvestir outro".

Otra cuestión es la climática, ya que, apunta Carballo, "sería difícil dar clase no verán, e máis con equipamentos envellecidos e sen eficiencia enerxética".

PROFESORADO. "Nunca se tratou esta cuestión", admite Xabier Pérez Davila, presidente de la Xunta Persoal Docente de Pontevedra, quien lleva 37 años entregado a la docencia en distintos niveles, desde Infantil a ciclos superiores.

"Un cambio así semella razoable. Levo moitos anos dando clase e a finais de curso baixan moito o rendemento e a capacidade de concentración e atención dos rapaces, polo que un reequilibrio dos períodos lectivos podería axudar". señala. El objetivo sería compensar el tiempo entre evaluaciones. "O segundo e o terceiro trimestre dependen de como coincida Semana Santa e especialmente o último adoita quedar curto".

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