¡Fandi, Fandi!

La complicidad del torero con los tendidos de Pontevedra le auparon a una puerta grande cimentada en el capote y los tercios de banderillas. Miguel Abellán lo acompañó a hombros

Resulta que uno se estruja la sesera para buscar un titular ingenioso que resuma la tarde, y se pasa la semana dándole vueltas al tema. Que si 'El triunfo de la izquierda', por si Abellán y el Cid la lían con su mano favorita; que si 'El Cid resucitado', por si El Cid vuelve a sentirse torero... pero al final la plaza manda y todo se va al garete cuando empieza a atronar ese ¡Fandi, Fandi! que hace temblar los cimientos de la plaza de San Roque. Así que, clarísimo, ¡Fandi, Fandi! y ahí queda, porque ustedes lo han querido.

Mientras los tres coletas realizaban el paseíllo todavía se escuchaba entre las piedras de A Moureira la voz melodiosa de las sirenas mezclada con el viento húmedo de la ría clamando por la oreja negada a Morante de La Puebla hace una semana. Un ulular que permanecerá prendido de esta plaza durante largo tiempo.

La crónica completa de la tercera y última corrida de las Fiestas de este año en la edición impresa de Diario de Pontevedra de este domingo