La falta de medicamentos siempre ha sido un problema recurrente en las farmacias del país y, por extensión, en las boticas pontevedresas. Sin embargo, los problemas de suministro se agravaron con la pandemia y, aunque la evolución ha tenido picos al alza y a la baja, hoy las incidencias en el stock siguen siendo mucho más elevadas que en los tiempos precovid.
Las bases de datos a las que recurren diariamente los farmacéuticos de la ciudad indican que hay más de 90 medicamentos no disponibles, un número que duplica la media habitual que se manejaba antes de la pandemia y que, si se tiene en cuenta todas las presentaciones que se comercializan, se multiplica casi por diez. La Agencia Española del Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) cuantifica en la actualidad 794 productos con problemas de suministro.
La ausencia de provisiones afecta a todo tipo de medicamentos, a veces de forma intermitente y otras veces de forma más sostenida, durante varios meses. Actualmente, los boticarios echan en falta algunos antihipertensivos como el Dafiro y varios tipos de antibióticos, como el levofloxacino, la amoxicilina en sobres de 500 miligramos y las fórmulas pediátricas de azitromicina y penicilina.
Mari Paz Abril, responsable de la Farmacia Pasarela, añade que también está habiendo problemas con algunos corticoides como la prednisona, varios antifúngicos y unos cuantos jarabes. Según puntualiza, el Primperán, que se usa para tratar náuseas y vómitos, "se está priorizando en hospitales porque faltan suministros" y el Fluidasa, un habitual en el tratamiento de las bronquitis, "vuelve a estar en falta".
El farmacéutico Luis Amaro, de la farmacia Amaro y Area, asevera que el problema del desabastecimiento "se ha agravado" en los últimos años y que, entre muchos otros fármacos, en la actualidad escasean algunas presentaciones concretas de analgésicos, ciertos antiinflamatorios inyectables, varios antiarrítmicos y antidepresivos. Además, como hacen otros colegas de profesión, asevera que la amoxicilina "se ha encontrado bastante en falta".
El boticario precisa que en la mayor parte de los casos existe alternativa terapéutica, pero no así en otros, en los que es necesario recurrir (a través del Sergas) a farmacias extranjeras. Por ejemplo, en el caso de "ciertos medicamentos para enfermedades cardíacas que no tienen sustitución" y que es necesario comprar fuera del país.
En las últimas semanas las farmacias han llegado a contabilizar picos de 125 medicamentos distintos con problemas de abastecimiento. ¿Cuáles son las causas? La AEMPS notifica a diario cuáles son los fármacos con falta de stock y de qué forma se pueden sustituir, pero sin llegar a precisar los motivos. No obstante, quienes trabajan en el gremio aseguran que el origen del problema es multifactorial y que se debe a varios motivos, como pueden ser la falta de principio activo, incidencias en las fábricas o incluso una demanda que se dispara puntualmente por una determinada patología, como la covid, la gripe y otras infecciones respiratorias.
Además, los profesionales reiteran que "España tiene el precio del medicamento más barato", lo que aseguran que empuja a los laboratorios a priorizar otros mercados con tarifas más elevadas.
Otra de las causas que señalan desde las boticas pontevedresas es la dificultad de muchos laboratorios para comprar determinadas materias primas que se usan en el embalaje y para adquirir ciertos tipos de envases. Según dicen, esto ha hecho que algunos jarabes como el antitusivo Zambón se comercialicen ahora en pequeño formato y que otros, directamente, hayan desaparecido del mapa.
Este mismo motivo, la falta de envases, ha afectado incluso a grandes marcas que comercializan aerosoles de protección solar, cuya oferta será este año mucho más reducida que otros veranos.
"Los fármacos extranjeros son cada vez más habituales"
A nivel de salud pública, el jefe del servicio de Farmacia del Área Sanitaria, Carlos Crespo, asegura que las faltas de suministro de medicamentos "ya se estaban poniendo de manifiesto en 2018 y 2019", pero que desde la covid esas ausencias son "sucesivas".

El especialista advierte de que esta situación "produce incertidumbre y una gran carga de trabajo adicional", ya que los farmacéuticos se ven obligados a buscar "alternativas terapéuticas". En la mayor parte de las ocasiones el problema se resuelve a recurriendo a fármacos similares dentro del sistema nacional de salud, pero cada vez es más frecuente tener que cruzar fronteras. "Cuando se trata de un desabastecimiento general en España, la AEMPS busca una alternativa terapéutica fuera del país y la pone a disposición por los mecanismos que están contemplados en la norma. Son fármacos extranjeros, que se denominan medicamentos en situaciones especiales y que cada vez son más habituales en nuestro sistema", señala Crespo.
El jefe de Farmacia puntualiza que existe una diferencia entre los problemas de suministro, que suelen ser intermitentes, y los problemas de desabastecimiento, "que significa que no hay alternativa terapéutica", lo que obliga a recurrir a la importación.
En todo caso, señala que en ambos supuestos la falta de stock incrementa la carga de trabajo de los profesionales farmacéuticos, quienes intentan solventar estas ausencias "de la mejor manera posible" para que el tratamiento del paciente no se resienta. Por este motivo, Crespo considera que sería aconsejable adoptar nuevas soluciones, entre las que alude a "un refuerzo provisional" en los equipos de farmacia. "Sería lo ideal", señala a este periódico.
En cuanto al tipo de medicamentos que escasea, el especialista indica que el abanico es variopinto y que, aunque en la mayoría de los casos se encuentra alternativa, hay circunstancias "más preocupantes". Por ejemplo, la vivida a principios de año con los fibrinolíticos, unos fármacos que se usan para tratar ictus e infartos. "Ahora el problema está solventado y se reestablecieron los stock, pero fue algo que nos tuvo en incertidumbre", indica.
"La escasez está siendo gravísima"
María José García, presidenta de la Federación de Farmacias de Galicia, confirma que "la escasez de medicamentos de los últimos meses está siendo gravísima". Boticas, como la suya, registran a diario albaranes con casi 200 fármacos en los que la respuesta es la misma: la central no los administra, porque "no hay o no envía".
Al igual que los compañeros de Pontevedra, la portavoz del sector gallego señala que las faltas afectan a todo tipo de fármacos: desde antibióticos y antihipertensivos, a antilipemiantes (usados en patologías cardiovasculares) y antiemeticos (que tratan náuseas y vómitos). En cuanto a las causas, destaca dos: "La falta de materias primas", a nivel de principios activos y de material para los emabalajes, y las tarifas: "porque España tiene los precios más baratos de Europa y a los laboratorios les compensa en otro paises".
Los sistemas de dispensación personalizada, disponibles en las boticas
En colaboración con los colegios farmacéuticos gallegos, el Sergas ha implantado en las boticas un programa de entrega personalizada de medicación. La iniciativa persigue una mejor adherencia al tratamiento y va dirigida a pacientes de más de 74 años, polimedicados (con más de 13 fármacos crónicos) y con problemas para seguir la pauta farmacológica. En Pontevedra está disponible en varias farmacias.