La agenda dictaba que ayer era el día de inaugurar el nuevo edificio institucional de Benito Corbal, pero en la práctica la cita dio para mucho más. El presidente de la Xunta, Alberto Nüñez Feijóo, y el alcalde capitalino, Miguel Anxo Fernández Lores, aprovecharon la ocasión para correr un tupido velo frente a los ataques proferidos "en campaña" y para iniciar negociaciones sobre los proyectos en cartera que implican a ambas administraciones.
El primero en tender la mano fue el regidor nacionalista, que agradeció el fin de las elecciones y las respectivas campañas, "dous meses estresantes nos que a veces se din cousas que non se corresponden coa realidade". Consultadas las urnas, Lores abogó por cerrar paréntesis, obviar ciertos episodios y celebrar una nueva reunión con el presidente de la Administración autonómica, "a única que actualmente está operativa". La Deputación y el Gobierno central también están en el punto de mira, pero por el momento están en fase de transición, a la espera de la configuración de los equipos gubernamentales.
Lores pone en valor las obras impulsadas por la Xunta, entre las que destaca los juzgados, la estación intermodal y Gran Montecelo
La reforma de Benito Corbal sirvió de punto de inflexión. El alcalde trasladó su satisfacción por el proyecto, y no solo por el resultado, sino también por la constatación de que "as administracións temos a obligación de entendernos en beneficio dos cidadáns". Según recordó, la reforma del emblemático inmueble fue uno de los acuerdos pactados con Feijóo en julio de 2015, en una reunión celebrada al poco de iniciar su quinto mandato en la que también se sentaron las bases de otras grandes infraestructuras. Entre ellas, se encontraba la reforma del puente de A Barca (ya ejecutada) y la construcción del nuevo edificio judicial que, según trascendió ayer, será inaugurado en verano. Y a estas se suman otras que se acercan a la fase de obras, como la estación intermodal y el Gran Montecelo. "Estos proxectos significaron un antes e un despois nos mandatos de Feijóo respecto a Pontevedra. Nos primeiros o investimento foi escaso, pero nestes último anos o compromiso foi maior", indicó el nacionalista.
EN AGENDA. Lores confía en arañar nuevas inversiones para "temas interesantes" en la próxima cita. Lo único que pidió al popular es que las conversaciones previas se hagan "directamente, sen enviar mensaxes polos medios de comunicación". La tregua también tiene sus puntos flacos y las autonómicas están a la vuelta de la esquina.
Feijóo recogió el guante con el mismo talante de omitir los asaltos hechos en campaña. De hecho, quedó en cerrar el encuentro para la primera semana de julio, con el objeto de "non interrumpir o descanso" del dirigente nacionalista, que prevé empezar sus vacaciones a partir de esa fecha. El popular felicitó al alcalde por ganar las elecciones y especialmente por mantener el bastón de mando por sexto mandato consecutivo. También reconoció la austeridad de sus primeros mandatos, aunque advirtió de que la falta de inversión fue por una mera cuestión de números y estuvo exenta de tintes políticos: "Durante as primeiras lexislaturas traballamos con 2.000 millóns de euros menos e agora que temos o Orzamento máis saneado, seguimos operando con 1.000 menos".
Feijóo incidió en el impulso de la ampliación de Montecelo, "a empresa máis importante de Pontevedra". Y lo hizo subrayando "o facil que é colaborar co Concello" pontevedrés, gracias a "un alcalde co que se pode falar" y un "presidente" que responde a sus interpelaciones. "Imos seguir facendo cidade", avanzó.
Por su parte, el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, subrayó la "transformación espectacular" del edificio, reformado "nun tempo relativamente corto, sabendo como era o seu estado".
