La feria estrenará su nueva ubicación en la Alameda este sábado 22 de abril

Los 53 puestos para los que hay concesión se situarán en tres filas ▶ Los feriantes se muestran "contentos" de trasladarse al centro 

Simulacro de colocación de nueve furgonetas de los comerciantes para comprobar el espacio. Foto: David freire
photo_camera Simulacro de colocación de nueve furgonetas de los comerciantes para comprobar el espacio. Foto: David freire

La feria ambulante se trasladará este próximo sábado 22 de abril a la Alameda, según confirmaron los feriantes y la Concellería de Promoción Económica. El espacio nuevo permite la colocación de los 53 puestos de comerciantes para los que existe concesión, si bien, es difícil saber si todos asistirán a este ‘estreno’. La presidenta de la Asociación Galega de Ambulantes Autónomos y propietaria de uno de los puestos, Margarita González Bértola, asegura que los comerciantes están "contentísimos" con esta decisión porque "era lo que esperábamos desde hacía semanas y además creo que hará buen tiempo". Respecto a las expectativas de público que puede haber el primer día de este traslado a un punto tan céntrico de la ciudad, Margarita González afirma que "esperamos que haya mucha afluencia de público y el tiempo acompañe". 

Los comerciantes se distribuirán en tres filas y cada uno tendrá derecho a un espacio para instalar su furgoneta. La decisión se tomó tras la realización de dos simulacros en los que estuvieron presentes representantes de los feriantes y los ediles de Promoción Económica, Yoya Blanco, y Medio Natural y Deselvolvemento Sostible, Iván Puentes. En el primero de ellos, que tuvo lugar el 4 de abril, se estacionaron nueve furgonetas formando una fila para comprobar el espacio y el acceso a la Alamenda, y la semana pasada, los técnicos procedieron a marcar el terreno con las dimensiones exactas que ocupará cada puesto.

Tras estos informes favorables, según Iván Puentes, la concellería de Promoción Económica procedió a autorizar el estreno de la feria ambulante en la Alameda tras meses de reuniones con el colectivo de feriantes y de diferencias con la posición mantenida por el BNG, puesto que el alcalde Miguel A.Fernández Lores, cuestionó esta ubicación el pasado mes de febrero por tratarse de un espacio verde y porque el informe de la Policía Local, competencia del grupo nacionalista, no era del todo favorable. Sin embargo, el regidor manifestó también el respeto a la competencia correspondiente al grupo socialista, mientras que  Iván Puentes, señaló tras uno de los simulacros, que los informes de la Policía Local "son favorables y simplemente hay que tener en cuenta algunos aspectos de afectación del tráfico". Desde el PSOE destacan que hay opción de estacionar los vehículos en As Corvaceiras, Orillamar y el aparcamiento de la Praza de España.

Resolución provisional

La ubicación de la feria en la Alameda no tiene carácter definitivo, puesto que para que esto ocurriese debería ser aprobada por la Xunta de Goberno Local (en la que el BNG tiene mayoría) o bien renovar la ordenanza que regula el sector ambulante, la cual sigue manteniendo las dos ubicaciones actuales de las ferias pontevedresas: Rafael Areses y Estribela. Para evitar esto y que la feria pudiese comenzar a  situarse, al menos de forma provisional en la Alameda, el PSOE esquivaría el veto nacionalista a través de una resolución de la Concellería de Mercados. 

Campolongo, el posible lugar definitivo

La decisión del traslado de la feria ambulante a la Alameda se tomó después de que la opción preferida por feriantes y Concello, Campolongo, se tuvo que descartar porque las obras en un edificio impedían la colocación de todos los puestos. Por lo tanto, este lugar podría ser la ubicación definitiva si finalmente se llegase a una aprobación en la Xunta de Goberno y tras el fin de las obras. También se barajaron otros escenarios como Arzobispo Malvar o incluso el entorno del Mercado de Abastos, pero sin alcanzar consenso.

La feria ambulante de Pontevedra se lleva realizando en Rafael Areses desde 1988, fecha en la que el entonces gobierno local aprobó su traslado desde Barcelos hasta el otro lado del río. 

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