La feria regresará a Campolongo el próximo 2 de octubre. El traslado será provisional y obedece a la celebración del Campeonato de España de Triatlón, modalidad Sprint, que tendrá lugar ese fin de semana en Pontevedra. Será la segunda prueba del mercadillo en dicha localización desde 2019, cuando otra prueba deportiva obligó a llevar los puestos de venta ambulante de Orillamar al centro urbano.
La Concellería de Promoción Económica, que dirige Yoya Blanco, confirma que la intención del Concello sigue siendo que la feria se mude de forma definitiva a la ciudad. Y aunque se han barajado otras ubicaciones, como Montero Ríos, lo cierto es que la opción preferente en el seno del Gobierno local es Campolongo.
"Ogallá quedemos alí para sempre. Xa o pedimos hai tempo", recuerda la presidenta de la Asociación Galega de Ambulantes Autónomos de Galicia, Marga González, que lleva 30 años trabajando en la feria de Pontevedra.
Hace dos años, el sector inició una recogida de firmas para reclamar al Concello que mantuviese el barrio como sede permanente del mercadillo. La experiencia que tuvo lugar en mayo de 2019 fue positiva por la gran afluencia de público, que recorrió los puestos distribuidos en el Parque da Constitución y su entorno más próximo.
Oferta: "O polbo está polas nubes, pero nós mantemos os mesmos prezos de hai dous anos: a nove euros a ración", explican en Pulpería Rey
Aquel no fue el único intento de trasladar la venta ambulante al centro urbano. El primero de ellos tuvo lugar en 2016, cuando se planteó la posibilidad de celebrar este evento en los antiguos terrenos de Tafisa. Entonces, el sector rechazó el ofrecimiento y puso sobre la mesa dos alternativas: ir a la Alameda o regresar a Barcelos, lugar en el que empezó a celebrarse la feria.
El mercadillo desapareció de esta céntrica plaza en 1998 tras una polémica resolución del entonces alcalde de la ciudad, José Rivas Fontán, que llevó los puestos a la zona de A Xunqueira, en la que se encuentra actualmente.
"Penso que á xente lle gusta moito máis Campolongo", explica Marga González, que considera que en este barrio habrá más clientela. "A xente do centro non cruza a ponte para vir ao mercadillo. Parece mentira, pero é así. A que vén é a xente do extrarradio. A do centro non a ves por aquí", subraya.
Menos ventas: La coincidencia con la feria de Redondeka resta puestos a la de Pontevedra, que se resiente por el cierre de aparcamientos del Recinto
Ventas. Las ventas de la feria se resintieron durante la jornada de ayer, que estuvo marcada por el mal tiempo. La coindicencia con la feria de Redondela restó puestos a la de Pontevedra. "Moitos vendedores foron para Redondela, que se celebra dous días ao mes. Os das plantas non viñeron", puso como ejemplo la presidenta de la Asociación Galega de Ambulantes Autónomos de Galicia. «O día foi horrible. Catro persoas por aquí perdidas. Ao non estar aberto todo o aparcamento do Recinto (por la vacunación del Sergas), a xente nin baixou. Xente de fóra si se viu, moita, pero para pasear, non para comprar", añade González.
El que no faltó a la cita en Rafael Areses fue el pulpeiro, que prefiere la actual ubicación y no Campolongo. "A xornada foi normaliña", explica José Ramón Furelos, de Pulpería Rey. Su clientela, "fieis de todo o ano", no se pierde una. "O polbo está polas nubes, pero nós mantemos os mesmos prezos que hai dous anos: a nove euros a ración", destaca.