Incendió la campaña electoral con un cómic en el que emulaba a Astérix luchando contra el ejército PPromano, ganó las elecciones con el mejor resultado en la historia de su partido -el BNG- y tomó posesión como alcalde por quinta vez consecutiva. Hoy se cumplen cien días "intensos e frutíferos" desde el inicio del nuevo mandato y el tebeo que ensalzaba los éxitos de la gestión urbana del Bloque están en peligro. Así lo ve Miguel Anxo Fernández Lores, que ayer compareció en rueda de prensa para hacer balance de su nueva etapa como alcalde de Pontevedra. La encara con un compromiso que eclipsa al resto de promesas electorales: su defensa del modelo de ciudad, lombos incluidos.
"Son pai de familia e veciño do rural e estou preocupado pola seguridade vial da miña cidade", dijo Lores, que puso en cuestión la representatividad "dalgúns líderes veciñais" que cuestionan la instalación de pasos elevados. Se refería, aunque sin aludirlo de forma directa, al presidente de la Asociación de Veciños de Moldes, Eulogio Sartier, una de las cabezas visibles del frente anti lombos en los accesos a Montecelo.
El regidor nacionalista asegura que "non imos dar un paso atrás" en materia de movilidad y acusa al PP de tratar de liderar un frente de la oposición "para boicotear o modelo urbano que tantos éxitos nos dá a nivel internacional e que mellora a nosa calidade de vida". "É unha volta atrás. Isto lémbrame ó 99. Hai cousas que xa estaban discutidas e superadas, pero algúns queren volver a Invernalia", reprocha.
A pesar de gobernar en solitario y en minoría, el líder nacionalista se muestra cómodo con esta situación, que ya vivió durante su primer mandato. "Non desbotamos pactos, pero son difíciles", reconoce al ser preguntado si repetiría bipartito con el PSOE, socio al que no echa de menos. "Houbo un pacto e mantivemos as formas. Agora fan cousas incongruentes", zanja.
GUIÑO A PASTOR. Los cien días de Lores han sido un camino de rosas y espinas. Asegura que lo mejor del quinto mandato ha sido el pacto entre el BNG y el PSOE en la Deputación, que pusieron fin al Gobierno de Rafael Louzán y del Partido Popular en la institución. "Foi un cambio substancial. E iso notarase en toda a provincia grazas, no que se levarán a cabo actuacións en favor do medio ambiente e da seguridade urbana", explica el regidor nacionalista, que tiene claro cuál ha sido el aspecto más negativo de su nueva etapa: el PP que lidera Jacobo Moreira. "Tratan de impedir gobernar esta cidade. Precísase unha política da oposición máis construtiva", añade.
El regidor del Bloque carga también contra el presidente de la Xunta. "A entrevista con Feijóo non serviu para nada", asegura Lores, al que reprocha su falta de "lealdade" con Pontevedra en materia de inversiones y de ejecución de proyectos comprometidos, como el saneamiento parcial del Gafos.
El único piropo de Lores a la familia popular se lo lleva la ministra de Fomento, Ana Pastor, con la que mañana mantendrá una entrevista para tratar de impulsar proyectos como la urbanización de la carretera de Ourense, el Nudo de Bomberos, el paseo marítimo a Marín o la construcción de más tramos de la A-57.
En sus cien días de mandato también hay espacio para la autocrítica. "Eu nunca dixen que sexamos perfectos. Somos conscientes de que non podemos chegar a todo", reconoce Lores, que ratifica su rechazo a la continuidad de Ence al tiempo que descarga en el PP el estigma del desempleo. "Cada euro que sae do Concello xera actividade económica. Facemos o máximo esforzo para que se movan os cartos nesta cidade. A incidencia da política municipal sobre o emprego é positiva, non como a da Xunta ou a do Goberno. Quen hai máis responsable que o PP da situación do paro neste país?", concluye.
