Fernando Jáuregui: "A todos los políticos les gusta la moderación, pero ninguno la practica"

El edificio Castelao acogerá el viernes la presentación del libro La foto del Palace (La Esfera de los Libros), de Fernando Jáuregui. Un recorrido por los años de Gobierno socialista en España, que el periodista ha escrito después de hablar con más de 120 personas. Recuerdos y análisis se dan cita alrededor de tres presidentes: de Felipe a Pedro y viceversa
 
Fernando Jáuregui presenta 'La foto del Palace' en Pontevedra. DP
photo_camera Fernando Jáuregui presenta 'La foto del Palace' en Pontevedra. DP

El 28 de octubre del año pasado se cumplieron 40 años de la primera victoria electoral del PSOE y de la llegada al poder de Felipe González. Allí estaba Fernando Jáuregui (Santander, 1950) que entonces ya era periodista político. ¿Recuerda cómo vivió aquella noche?
Aquella noche iba como periodista, era corresponsal político de El País. Recuerdo perfectamente que Felipe González había dado instrucciones para que no se desmadrase aquello. Ellos ya estaban seguros de su victoria el día anterior, pero ese día le llamó Alfonso Guerra y le dijo que tenían 202 escaños, una mayoría que nunca se volvió a conseguir. Felipe González dio instrucciones de que no se desmadrase ni hubiese ningún tipo de declaraciones revanchcistas y eso se consiguió plenamente. Fue el inicio de lo que sería un mandato con cierto consenso político -había menos consenso en el propio PSOE y con respecto a la UGT que con respecto a otras fuerzas políticas-. Fue una legislatura sin sobresaltos, España cambió mucho en cuanto al Estado de bienestar, educación y sanidad, en cuanto al alineamiento internacional, la Otan el ingreso en la Comunidad Europea y sin embargo no hubo cambios bruscos ni traumas. No tiene nada que ver con esta crispación de ahora. A partir del 94, después de las elecciones del 93, sí hubo crispación, pero desde el 82 al 93 fueron años muy buenos. El AVE, la Expo, la Presidencia Europea... Se puso fin a toda ostentación de golpismo militar.

En La foto del Palace recorre la historia de los gobiernos socialistas. Ha seguido la actualidad del PSOE en sus 26 años del gobierno. ¿Qué destacaría de cada etapa?
La etapa de Felipe fue la transformación más tranquila,aunque terminó mal, aflorando mucha corrupción. La valoración del Gobierno de Felipe González es positiva, con algún claroscuro pero muy positiva.

Zapatero tiene muy mala fama ahora. Creo que se ha equivocado más en la etapa posterior a ser presidente del Gobierno que cuando era presidente. Es verdad que le tocó una mala etapa económica que él no había propiciado. Ahí se equivocaron mucho el FMI y el Banco Central Europeo en sus recetas y Zapatero fue un poco víctima de todo eso. No era ningún experto económico, pero ningún presidente lo ha sido, ni siquiera el actual que es experto en Economía. En cambio, Zapatero hizo avances sociales importantes, como el matrimonio homosexual, uno de esos pasos que cambia la sociedad, y sobre todo hizo una cosa que habrá que agradeecrle siempre, a él y a Rubalcaba, que era su ministro de Interior, la negociación con ETA. Fue decisivo. Se puso por montera con bastante valor las obstaculizaciones de la oposición de ciertos magistrados y de gran parte de los medios de comunicación. Esto hay que ponerlo en su haber. Luego hizo algunas tonterías, no era capaz de manejarse internacionalmente, por ejemplo.

De Zapatero se dice que la historia le hará justicia. ¿Está de acuerdo?
Está cometiendo errores internacionalmente, hablo de Venezuela etc. pero como presidente no lo hizo excesivamente mal, quizá fue poco brillante.

En su libro no habla de un Pedro Sánchez, sino de cuatro.
Sí. Yo digo que hay cuatro Pedros. El primero fue el que escaló en las primarias de 2014, a la Secretaría general. El segundo fue aquel al que echaron de una patada de Ferraz en 2016, el tercero fue el que recuperó el poder llevando su propio coche por toda España, y frente a toda la cúpula del partido que apoyaba a Susana Díaz y ganó las primarias de 2017, y el cuarto es el Pedro Sánchez de ahora. Tiene claroscuros importantes. Yo no seré de los que diga que todo lo que hace está mal, pero tampoco seré de los que dice que lo hace todo bien. No existe autocrítica en su Gobierno, ha habido falta de transparencia en algunas cosas, ha habido abusos de la legalidad y esto hay que ponerlo en el debe de Sánchez. En el haber está una buena actuación internacional en la UE. Es cierto que le ha tocado vivir una época absolutamente desconocida para todos sus antecesores, con una pandemia que ha sido terrible y una guerra en Europa que nos está produciendo serios quebrantos económicos y energéticos. A esto había que hacerle frente y no se está haciendo mal. Se está encarando peor la transparencia hacia los españoles que la acción internacional. Está todavía por ver si aquí acaba la historia de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno o si se va a perpetuar cuatro años más. Han pasado tantas cosas y tan raras en los últimos cuatro años que puede pasar cualquier cosa.

Para escribir La foto del Palace ha hablado con 120 personas. ¿Qué testimonios le han sorprendido más?
Hay testimonios de gente que apoyó a Sánchez en los años 2011 o 2012 que me han recalcado hasta qué punto era un personaje muy conservador. Estaba en el ala derecha de lo que era el partido socialista en ese momento, y sin embargo ha hecho una gobernación clarísimamente de izquierdas. Ese viraje es muy notable porque yo cuando lo conocí me sorprendió siempre su moderacón y ahora me sorprende su radicalismo frente algunas cosas, tiene ese lenguaje de confrontación Ahora mismo estamos instalados en ese lenguaje de confrontación absurda y absoluta...

Que gobierne la lista más votada facilitaría a PP y PSOE no tener que lanzarse a los brazos de su peor enemigo para gobernar"

Pero eso en general., ¿no cree? Los discursos están muy polarizados, Se ve también a diario en el Congreso.
La polarización es cosa de dos, pero es cierto que si el presidente del gobierno quiere imponer unas pautas calmadas y más sosegadas razonables las impone. A mí me parece inaudito y fuera de lo que son los usos en Europa que el presidente del Gobierno no reciba regularmente al jefe de la oposición.

Ha escrito también que  ve a Pedro Sánchez muy solo.
Sí, pero porque él quiere. Un presidente del Gobierno tiene que tener un número 2, aunque no sea más que para que alguien le diga de vez en cuando: "Acuérdate que eres mortal". Que se cuide ese alguien de decírselo a Sánchez, porque esa persona sí sería un cadáver político. Pedro Sánchez se ha deshecho de cualquiera que haya ido escalando posiciones a su lado, Carmen Calvo, Iván Redondo... Y se ha ido rodeando de gente que no puede ser su número 2.  Para mí es una incógnita muy importante qué va a ser Yolanda Díaz, para saber qué va a pasar en las próximas elecciones, de la misma manera que es importante saber si se va a producir un acercamiento del PP a Vox. Todo esto abona la idea de Feijóo de que gobierne la lista más votada. Eso evitaría a PSOE y PP lanzarse en brazos de su peor enemigo, Podemos y Vox.

El CIS salva al PSOE en las próximas elecciones, sin embargo otras encuestas auguran todo lo contrario. Como analista político, ¿qué futuro le espera al PSOE?  
Una encuesta que hemos hecho desde el foro que presido con Metroscopia a partir de 5.000 personas concluye que el PP crece en todas las circunscripciones en algún escaño y el PSOE se queda igual o desciende en la mayor parte de ellas. Ahora mismo el PP con Vox ganaría pero, ¿cuánta gente dejaría de votar al PP con la certeza de que iba a ser aliado de este Vox? Está todo muy abierto. La moderación es la base, la tónica, gane quien gane. Una mayor moderación y procurar que disminuya esta crispación, que empieza a ser insostenible.

Han pasado tantas cosas y tan raras en los últimos cuatro años que en las elecciones puede pasar cualquier cosa"

Tras décadas como periodista político ha sido testigo de la evolución de los partidos ¿cómo han cambiado los procesos electorales y las propias agrupaciones?
He visto una transformación escasa. Sí he visto cómo los líderes políticos tirarse en paracaídas o ir al programa de Bertín Osborne a jugar al futbolín. He visto una frivolización importante en las campañas, he visto que todavía no se ha arreglado por ley el caos de los debates y que los lenguajes se hacían cada vez más agresivos en los mítines. O cómo unos y otros se acusan de atentar contra la Constitución. He visto cómo hay licencia para las fakenews en las campañas y he visto lo que ocurre en TVE. Todo esto no es nuevo, pero todos los factores juntos dan una radiografía de campaña excesivamente polarizada y tensa. Si esto sigue así la campaña va a ser un horror. Es urgente una vacuna de moderación. Todos dicen que les gusta la moderación y ninguno la practica.

"Hay que desarrollar una ley de defensa de la transparencia"

Esta semana escribió: "El artículo 20 de la Constitución debería haber incorporado algún tipo de advertencia a los poderes, en el sentido de que una parte sustancial de la libertad de expresión es el acceso sin discriminaciones, abierto y pleno, a la información de lo que hacen los gobiernos".  
Yo lo que digo es que está muy bien proteger la libertad de expresión, pero una parte importante de la libertad de expresión es la posibilidad de acceder a la información que practican las instituciones oficiales y eso no nos lo garantiza nadie. Cada vez vivimos en una época de menor transparencia. No estoy acusando a este Gobierno solo, pero las cosas que han ocurrido en los últimos meses, que han supuesto la apropiación de bastantes instituciones, se han hecho contando muy poco con la gente y la base de la democracia es que la ciudadanía participe de la gobernación y pueda opinar.  La situación no es buena. No ha habido discusión sobre lo que ha ocurrido en el Tribunal Constitucional. Se ha actuado con nocturnidad. Y esto lo practican todos los gobiernos Yo soy partidario de una ley de defensa de la transparencia y la información. El propio programa regeneracionista de Feijóo olvida este pequeño detalle, que uno de los bienes a proteger para las personas es la información.

Ha dicho también que le preocupan las nuevas generaciones de periodistas. ¿Por qué?
Hay una brecha importante. La Constitución tiene que contemplar la realidad española. De pronto han aparecido las redes sociales, Internet, los grandes manipuladores de la comunicación, esas empresas que a veces te censuran y no sabes muy bien por qué. Aparecen los hackeos de algunas grandes potencias y todo esto hay que regularlo cuanto antes. Cuando recorro las facultades de Comunicación me doy cuenta de la distancia que hay entre la realidad que tenemos ahora y la de las nuevas generaciones, que es muy utópica. Conseguir una simbiosis entre ambas cosas sería lo ideal. Yo pido desde hace mucho tiempo que haya periodistas que expliquen a los estudiantes lo que está pasando para enseñar a los jóvenes a tener un espíritu crítico con conocimiento de lo que está ocurriendo. La falta de conocimiento y curiosidad por parte de los más jóvenes es total.
 

Comentarios