Fernando Nebot Beltrán, autor del informe sobre movilidad en el Concello

"Veo muy factible que el modelo urbano del centro se pueda aplicar también en el rural"

Le avalan más de 40 años de análisis de la movilidad urbana y uno de sus primeros estudios sirvió de base a Tierno Galván para retirar los vehículos de la madrileña Puerta del Sol. Su último trabajo pretende mejorar la conciliación entre coches y peatones en el municipio a través de 25 recomendaciones, algunas de ellas marcadas ya por la controversia

Fernando Nebot Beltrán. CEDIDANo es la primera vez que el ingeniero de Caminos Fernando Nebot radiografía el tráfico pontevedrés. En mayo presentó en la Deputación su ‘Guía de espazos públicos e mobilidade amable’ ante 120 representantes municipales, un documento que marca las pautas sobre cómo conjugar espacios entre coches y peatones. Ese trabajo le aproximó al Concello capitalino, que le encargó un análisis más local y pormenorizado que servirá de base de la nueva Ordenanza de mobilidade.

¿Conocía algo de Pontevedra con anterioridad?

Sí, ya la conocía de antes, aunque el trabajo con la Deputación me ayudó a conocerla un poco más y ahora, con el encargo del Concello, en profundidad.

¿Qué sensaciones iniciales le produjo la ciudad?

Constaté que se habían adoptado una serie de medidas que tuvieron un efecto muy positivo. Digamos que ya se había hecho gran parte de los deberes y eso ha permitido que Pontevedra sea, hoy en día, un referente en muchos campos.

Usted habla de actuaciones globales y no puntuales. ¿Por qué?

Es que no tiene ningún sentido intervenir solo en una calle o en una esquina. Las actuaciones deben ser lo más integrales posibles. Y eso lleva tiempo. Justamente lo que se ha hecho en Pontevedra.

Sin embargo, ¿no opina usted que debe haber unos límites? ¿Que también debe haber un espacio para que los coches se muevan?

Por supuesto. Una de las cuestiones que se deben tener muy claras es que el espacio público es de todos. Durante décadas es cierto que han estado casi invadidos por el automóvil, privando de su disfrute a los viandantes. Pero no se trata de expulsar a unos y colocar a otros, porque eso sería reproducir la otra cara de la moneda. Todos deben estar integrados y todos deben ceder...

"El espacio público es de todos y todos deben ceder, pero no se puede ir en coche hasta el mismo centro de la ciudad"

Pero hay una diferencia notable de masas y volúmenes...

Y por eso los coches tienen que reducir su velocidad. Pero no ha de hacerse de la misma forma en una calle comercial o próxima un colegio que en otra perimetral de la ciudad. No se debe utilizar el coche para aparcar en el mismo centro.

En 1999, cuando el actual Gobierno municipal inició la peatonalización, tuvo que superar un gran rechazo social, pero ahora los cambios están consolidados e incluso son aplaudidos. ¿Cree que en estos procesos falta pedagogía?

Tal vez. Pero no se trata de expulsar a nadie, sino de integrar. Del mismo modo que un peatón no debe ir por una autopista, un coche no puede ir el coche. Los modelos urbanos deben evolucionar hacia una conjugación de espacios entre peatones y vehículos, pero sin excluir a ninguno de los dos.

De las 25 propuestas que recoge su documento, ¿cuáles son las más prioritarias o necesarias?

En primer lugar, marcar las transiciones entre una y otra zona de movilidad. Esos puntos en los que cambia el pavimento y unos usuarios dejan de tener prioridad en beneficio de otros. En el caso de Pontevedra, algunas se pueden mantener y otras habrá que incorporarlas. Pero es importante que peatones, ciclistas y conductores sepan en cada momento en qué zona se encuentran y cambiar el chip para adaptarse a sus condiciones de movilidad. Otra propuesta sería crear una red de itinerarios para peatones, que no significa necesariamente peatonalizar, sino que puede ser una acera más ancha o una plataforma única. La idea es que se facilite su tránsito mediante pasos sobreelevados...

"Los lombos no deberían usarse en el medio urbano bajo ningún concepto; en Pontevedra hay algunos muy agresivos"

¿Y qué pasa con los lombos?

Los reductores físicos de velocidad (conocidos como lombos) no son recomendables y no deberían usarse en medio urbano bajo ningún concepto. Producen ruidos, vibraciones y son un elemento desaconsejable. Es mucho mejor el paso peatonal sobreelevado.

Sin embargo, habrá comprobado que en Pontevedra existen decenas de ellos y de distinta configuración...

Los últimos que se están colocando son fruto de haber aprendido de la experiencia, porque son mucho más suaves que los estipulados por el Ministerio de Fomento. Aunque también es cierto que los primeros que se instalaron en Beiramar son demasiado agresivos y deberían ajustarse a las nuevas dimensiones.

Cuando la oposición reclamó esa medida, la respuesta fue que el elevado coste la hacía inasumible...

Suavizar los lombos tiene su coste, pero yo creo que es lo aconsejable. En vez de acometerlo de golpe, se podría hacer gradualmente.

De todas las consideraciones que realiza usted en el estudio, ¿con qué porcentaje de aplicación se daría por satisfecho?

Hay propuestas que son para reflexión de la Corporación, por ejemplo, si se reduce la velocidad de 30 a 20 km/h. Pero creo que lo más diferenciador sería extender el modelo urbano a los barrios y el rural, adaptado a cada caso. Yo lo veo factible y por eso lo propuse.

Polémica. «Circular en bicicleta a 10 km/h por zonas peatonales es una cuestión de sentido común»

En Pontevedra se está fomentando el uso de la bicicleta pero muchos usuarios lamentan la ausencia de un carril bici en condiciones...

Siempre hay unos colectivos que piensan que se debe ir por la calzada, como un vehículo más, y otros que reclaman un carril bici para estar más seguros. Pontevedra tiene unas condiciones excepcionales para el uso de la bicicleta, por la limitación de la velocidad a 30 km/h y por eso mi propuesta es usar la carretera. Y, por supuesto, evitando usar las aceras.

¿Qué opina del revuelo que levantó entre los usuarios su sugerencia de limitar la velocidad a 10 km/h en zonas peatonales?

No es cuestión de límites, sino de sentido común. Por ejemplo, es imposible circular a 30 km/h por Michelena a las 12 del mediodía, pese a que ese es el límite legal. Porque la concentración de peatones lo hace inviable. Pues lo mismo debe ocurrir con las bicis. Habrá momentos en que deban moderar su velocidad y otros en los que puedan ir a 30 km/h.

Otra polémica abierta es la colocación de lombos en las vías sanitarias. ¿Cuál es su postura?

Todos los manuales y estudios que he consultado, alguno editado por el 061, plantean que la conducción de ambulancias debe ser siempre moderada y evitar las aceleraciones. Creo que esa es la solución y no la supresión de los lombos.

Comentarios