El mapa gastronómico gallego está a punto de perder una de sus citas más emblemáticas. La Festa do Caldo Galego de Mourente, el único certamen gastronómico con el que cuenta el municipio de Pontevedra, está "en el aire" en vísperas de llegar a su 29ª edición, que debería celebrarse el próximo 8 de marzo.
Santiago Laya Fernández, presidente de la asociación de vecinos O Castro —entidad organizadora del evento culinario—, explica que "a día de hoy no podemos asegurar la continuidad de la Festa do Caldo". Precisa que aún no cuentan con las subvenciones de las administraciones públicas.
"Estamos pendientes de la firma de un convenio de colaboración con el Concello", subraya Laya. En este sentido, se muestra optimista después de haber mantenido un primer contacto con la concejala de Promoción da Cidade, la nacionalista Anabel Gulías. "Pensamos que no habrá problema alguno para renovar el acuerdo, pero no lo hemos sellado".
Además, Santiago Laya indica que están pendientes de la respuesta de la Deputación a la petición de ayuda económica que le ha efectuado y de que la Administración local solicite a la Xunta la subvención que le correspondería recibir a la Festa do Caldo tras ingresar en la selecta relación de certámenes considerados de Interese Turístico Galego. Esa ayuda, según el presidente de O Castro, es de 2.000 euros.
"Sería una pena que por falta de ayudas tuviéramos que dejar morir la Festa do Caldo después de casi tres décadas sacándola adelante contra viento y marea, siempre teniendo que adelantar los fondos necesarios para hacer frente a los gastos que conlleva su organización", comenta Laya.
El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, señaló en la edición de la Festa do Caldo de 2019, en respuesta al guante que le lanzó Laya de que fuese el Concello el que se hiciese cargo de esta cita, que "o presidente da asociación de veciños O Castro quere pasarlle o paquete ao Concello, pero temos que falalo porque o está a facer moi ben e debería seguir. Temos que falar doutras posibilidades para futuros anos".
PRODUCTOS GALLEGOS. La Festa do Caldo está al borde del abismo cuando había alcanzado su máximo apogeo, el de su catalogación como de Interese Turístico Galego. La clave de su éxito, según Laya, "está en los productos utilizados en la elaboración del caldo, que son todos gallegos y de primera calidad, y además son cocinados con el máximo cariño y siempre manteniendo el mismo estilo de cocción que venimos haciendo estos últimos años. Hay un refrán que dice que lo que funciona bien no se debe cambiar, y este tipo de cocinado está basado en el caldo gallego primitivo, que era un caldo mixto entre verduras y carne; de ahí sale este plato exquisito, en el que tampoco puede faltar el unto, que es lo que le da su gracia".
RELEVO. Santiago Laya ya había advertido en anteriores ocasiones de que la Festa do Caldo de Mourente "tiende a desaparecer" porque "no es fácil encontrar un relevo" para las personas que asumieron este reto hace 28 años y cuya salud "ya no es la misma". Además, reitera la propuesta de que sea el Concello el que se haga cargo de la cita gastronómica por varios motivos, entre ellos "porque quienes la organizamos no vamos a durar siempre y porque a la Administración local le resultaría más fácil dar cumplimiento a la normativa que regula la organización de eventos al aire libre, que es muy exigente".
En este sentido, el presidente de la asociación vecinal O Castro también reitera la idea de que la Festa do Caldo Galego pueda incorporarse al programa de Entroido porque, asegura, "eso le daría un mayor auge".
Además, la desaparición de la Festa do Caldo Galego de Mourente también supondría el fin de la Orde do Caldo, una cofradía que está integrada por 140 damas y cabaleiros que ejercen de embajadores de la fiesta gastronómica. Todos sus componentes han ido prestando juramento ante el carballo de Santa Margarita en el que adquirieron el compromiso de llevar el nombre de Pontevedra y ensalzar el plato típico gallego allá donde quiera que vayan.
