Pepe Domingo Castaño era un digno embajador de su tierra. Allá donde fuere no desperdiciaba la ocasión de llenarse la boca hablando de Galicia, ensalzando sus paisajes, sus gentes, sus costumbres, su gastronomía. Y fiel a su discurso, predicaba con el ejemplo cuando se trataba de disfrutar de todos esos atractivos.

En los últimos años, junto a su amado Padrón, Pontevedra era uno de sus destinos habituales para relajarse durante las vacaciones, pues no escondía su devoción por los toros y acudió al coso de San Roque en reiteradas ocasiones. Haciendo gala siempre de su cercanía y su simpatía, el inigualable locutor fue uno más de los miles de aficionados que en 2007y 2008 disfrutaron con la maestría de José Tomás sobre la arena pontevedresa.
Ese mismo año, en 2008, fue elegido becario de honor por Comunicación Audiovisual, aunque sus compromisos profesionales le impidieron acudir al acto de graduación de la tercera promoción de esta titulación. Eso sí, envió a los nuevos licenciados un emotivo mensaje de ánimo a través de una videoconferencia.
La Asociación de Periodistas de Galicia le concedieron, en 2011, el Premio Diego Bernal por su trayectoria periodística, un galardón que recibió de manos del entonces presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, durante un acto celebrado en enero en Santiago, al que acudió la presidenta del Grupo El Progreso, Blanca García Montenegro.
Ganador del Expopress Honorífico en 2012 (entregado en Boiro) y de la Medalla Castelao de Galicia en 2015, Pepe Domingo había dejado su impronta profesional en Pontevedra muchos años antes. Concretamente, en 1986, cuando capitaneó desde los estudios centrales de Radio Pontevedra el programa Asómate a la ventana, al que se sumó el helicóptero de la SER con Joaquín Prat y que contó con una caravana de vehículos, entre los que estaba el entonces alcalde, José Rivas Fontán.