Las fiestas no tiran de las ventas en la Plaza de Abastos

Los comerciantes muestran su descontento ante la bajada del consumo en un mes de agosto que se presenta "muy malo"
 
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photo_camera Una pescantina atendiendo en su puesto a varios clientes. J. CERVERA-MERCADILLO

Ni tan siquiera la llegada de la semana grande de las Fiestas de A Peregrina 2020 ha supuesto un incentivo para las ventas de pescados y mariscos. Los comerciantes de la Plaza de Abastos de Pontevedra muestran su desazón ante el que se presenta como "el peor mes de agosto desde hace décadas". Las ventas, que en el verano solían crecer exponencialmente, experimentan en este año del coronavirus "una bajada acusada tanto en el consumo hostelero como doméstico". Por otro lado, la reducción en las cantidades de mercancía ha hecho subir los precios con respecto al pasado mes de julio.

"El consumo está a años luz de ser lo que era el año pasado", comenta Conchi, dependienta en el puesto de Peixes e Mariscos Bea Portonovo. Y es que la difícil situación económica a la que ha dado paso la pandemia del coronavirus se está notando especialmente en el sector: "Nuestro negocio depende especialmente de las ventas a hostelería y la incertidumbre provocada por la Covid-19 no está permitiendo que el sector se reactive. El volumen de negocio de la restauración ha caído drásticamanete, ni siquiera la celebración de las fiestas de A Peregrina está ayudando a impulsar las ventas", explica.

El descenso en el número de capturas incrementa los precios de pescados y mariscos con respecto al pasado julio

Margarita Barreiro, quien también despacha pescados y mariscos en su puesto homónimo, coincide "totalmente" con lo apuntado por Conchi. "Los restaurante a los que vendo no dan salida al producto, de hecho, muchas veces tienen que optar por poner el pescado en escabeche para poder conservarlo", apunta. En cuanto al consumo doméstico, Margarita confiesa haber recuperado ya a su clientela habitual, "después del largo parón del confinamiento". Sin embargo, detalla que "las ventas al público no dan para sustentar la actividad, se necesitan los ingresos de la restauración".

En frente, Rocío Otero, en su puesto de pescado de igual nombre, es rotunda. "Agosto se presenta como un mes pésimo para las ventas". Y es que, según explica la pescantina, "el fluir de gente, que se puede dar, durante los fines de semana engaña; pues, hay muchos curiosos que llegan y preguntan, pero estas consultas, escasas veces, se materializan en ventas".

La única visión positiva es la ofrecida por Esther, responsable de Mariscos da Ría Esther, "en mi caso, sí estoy notando el auge de las fiestas, y espero que el sábado las ventas aumenten", declara.

PRECIOS. La tendencia general en los precios se presenta "al alza", ante la escasez de oferta con la que arranca agosto. "Hay muy poca mercancía, sobre todo por las mareas vivas y porque los barcos ahora se van a la captura del bonito", apunta Rocío.

La subida se registra, sobre todo, en el marisco. El precio del camarón oscila entre los 50 y los 90 euros el kilo, el percebe ronda los 50 o 60 euros, el bogavante de la ría se sitúa en 32 euros y el de fuera se paga a 28. Entre los pescados más vendidos, la merluza está a 11 euros y el rapante a 15 euros el kilo.

El regreso de los turistas, la única "buena noticia"
El frío panorama que el sector turístico dejó en julio, parece ir, poco a poco, mejorando. La pescantina, Margarita Barreiro, destaca como "la única buena noticia del verano", el regreso de los turistas a la Plaza de Abastos de Pontevedra.

"La nota positiva es que, por fin, se están dejando ver más extranjeros. Llegan preguntando por el producto local, y suelen suponer una parte importante de la demanda", explicó. Sin embargo, "las cosas no son como en años anteriores", confiesa Margarita. "Aunque es cierto que el turista consume, su nivel de gasto es inferior al de 2019".

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