Fin de semana de iglesias sin agua bendita y sin besos a los santos

La Conferencia Episcopal Española señala la importancia de mantener los templos abiertos como lugar de "esperanza"
Pilas de agua bendita vacías en la catedral de Lugo. XESÚS PONTE
photo_camera Pilas de agua bendita vacías en la catedral de Lugo. XESÚS PONTE

El coronavirus va a alterar las celebraciones religiosas del fin de semana, cuando más fieles se acercan a las iglesias. El secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, apuntó la "conveniencia" de retirar el agua bendita de las pilas a la entrada de los templos, de no estrechar la mano como signo de paz en las misas o de sustituir el besapiés de imágenes religiosas en Cuaresma por una inclinación del cuerpo, pero subrayó la importancia de mantener los templos abiertos como lugar de "esperanza".

Así lo indicó durante la rueda de prensa final de la Asamblea Plenaria de los obispos, que se celebró esta semana en Madrid. También recomendó a los sacerdotes que cuando vayan a celebrar misa se laven las manos "antes y después de distribuir la Comunión".

Peste negra. Argüello recordó que cuando en Europa se extendió la peste negra en el siglo XIV surgieron devociones e imágenes porque la gente "desbordada por la enfermedad pasaba su angustia a la Virgen de las Angustias o su dolor a la Virgen de los Dolores".

Esto no quiere decir que no se deban hacer "todos los esfuerzos científicos" para frenar el virus porque sea la devoción a las imágenes la que va a curar a los enfermos, pero ha precisado que "la confianza ciega en la ciencia no tiene la última palabra".

Sobre un caso confirmado en el Vaticano, Argüello indicó que no tenía conocimiento del mismo, y acerca de los casos en la residencia de mayores de Madrid, el portavoz de los obispos apunta que la Iglesia regenta muchas residencias de mayores y que, por lo tanto, muestran su "disponibilidad" para llevar a cabo los criterios que establezcan las autoridades sanitarias.

La Ciudad del Vaticano registró el primer caso de coronavirus, por lo que desde se cerraron los centros sanitarios del Estado pontificio para proceder a su desinfección.

La Pontificia Academia para la Vida, en la Vía de la Conciliación, explicó en un comunicado que el enfermo, un religioso hospitalizado en estos momentos en Roma, había participado en una conferencia los días 26, 27 y 28 de febrero y que comunicó lo ocurrido al resto de asistentes.

En los templos gallegos los recipientes del agua bendita fueron vaciados precisamente de cara al fin de semana y para seguir las indicaciones de la Conferencia Espiscopal. Aunque las visitas turísticas se realizaron con normalidad, algunos asistentes criticaron que los aparatos de audioguía se compartieran sin otro sistema de limpieza que un paño que se reutiliza.

Celebraciones emblemáticas como el Día de las Tres Gracias de Viveiro se celebraron de forma habitual, pero desde la organización se recomendó a los fieles no besar las réplicas del santo a la hora de su imposición, como medida de precaución para evitar la propagación del coronavirus. Esta actuación se aplicó a pesar de que en la comarca de A Mariña aún no se ha detectado ningún caso positivo.

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