El fiscal mantiene la petición de cuatro años de cárcel para el policía corrupto

El encausado negó los hechos

El alijo del Riptide, que estuvo a punto de frustrarse por los consejos de una santera cubana. GONZALO GARCÍA
photo_camera El alijo del Riptide. GONZALO GARCÍA

La Audiencia Provincial de Madrid acogió este jueves la vista oral contra Carlos G.G., el policía que, formando parte de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco), sucumbió al poder del dinero del narcotráfico y ofreció información privilegiada a las personas que estaban siendo perseguidas por la unidad Greco Galicia, al menos en el año 2013.

El proceso quedó visto para sentencia después del testimonio del encausado, que negó los hechos, y de sus antiguos compañeros que lograron desenmascararle, que explicaron que, sin ningún género de dudas, había accedido a bancos de datos reservados durante la fase final de la operación Albatros, uno de los mayores éxitos de la lucha antidroga en Europa en el presente siglo.

La primera de las filtraciones que puso en grave riesgo el buen fin de la investigación se produjo a finales de mayo, cuando el pesquero con los 3.400 kilos de cocaína, el Riptide, aún estaba en altamar. En ese momento, el acusado, según el fiscal, accedió al fax remitido por la Drug Enforcement Administration (DEA) a la Policía Nacional, advirtiendo a la organización criminal venezolana responsable del alijo de que la embarcación estaba siendo objeto de seguimientos y vigilancias por parte de los agentes del Greco Galicia.

En las semanas siguientes, el acusado efectuó, según el Ministerio Público, al menos dos búsquedas más en bancos de datos a los que no debía haber accedido por motivo de su trabajo, informando a los venezolanos.

Tras el juicio, el fiscal mantuvo su petición de cuatro años de cárcel por un delito de revelación de secretos.

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