O Mulo se sienta hoy en el banquillo por un alijo de 1,2 toneladas de cocaína

El narcotraficante será juzgado desde este lunes en la Audiencia de Pontevedra

O Mulo. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera O Mulo. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Rafael Bugallo Piñeiro, el narcotraficante conocido como O Mulo, será juzgado desde este lunes por la Audiencia de Pontevedra por su presunta relación con un alijo de 1.245 kilos de cocaína incautados en enero de 2015 a bordo del pesquero Coral I, apresado en alta mar. Para O Mulo, actualmente en prisión tras ser condenado a ocho años y medio de cárcel por un alijo de cocaína incautado en la playa de A Lanzada, la Fiscalía solicita 24 años de prisión y el pago de una multa de 425 millones de euros por esta nueva operación.

Junto a él se sentarán en el banquillo de los acusados otras 16 personas, que se enfrentan a delitos de tráfico de drogas, coordinación y dirección de organización criminal, pertenencia a organización y tenencia ilícita de armas. En total, para toda la red de O Mulo, el fiscal pide una condena a 336 años de prisión.

El ministerio público considera que los 17 acusados y uno más que ha fallecido formaban parte de una organización criminal que tenía como finalidad la introducción en España y el tráfico ilícito de sustancias estupefacientes, concretamente cocaína. Para ello, según los investigadores, contaban con diversos medios especialmente complejos y específicos para el tráfico de droga, así como con una estructuración jerarquizada y con un preciso reparto de funciones o cometidos.

Dentro de esta organización, que se rodeaba de numerosas y complejas medidas de seguridad para evitar su control policial, era posible distinguir una rama sudamericana exportadora de la cocaína y una rama gallega, importadora de la droga y encargada de hacer entrar la cocaína en Europa a través de las costas gallegas. O Mulo está considerado el jefe o director de la organización y el fiscal considera que era el que tenía una mayor experiencia en operaciones de narcotráfico y el que tomaba las decisiones, decidía los detalles de la concreta operación de narcotráfico a realizar y daba las órdenes específicas para su desarrollo.

Igualmente, era el que mantenía los contactos con los proveedores sudamericanos de la droga y, adoptando férreas medidas de seguridad, el que organizó, dirigió y controló la construcción de la embarcación que los acusados pretendían utilizar para sus fines de narcotráfico.

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