Los fondos inmobiliarios llegan a la ciudad e imponen alzas de hasta 60 euros en el alquiler

Los inquilinos de uno de los edificios de la calle Camiño de Ferro se organizan con ayuda de la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca) para hacer frente a la socimi propietaria del inmueble, que fuerza subidas en las mensualidades al finalizar el contrato

Algunos de los vecinos del edificio conocido como Cidade de Pedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO (Pontevedra)
photo_camera Algunos de los vecinos del edificio conocido como Cidade de Pedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Compran edificios enteros y sacan beneficios de la puesta en alquiler de las viviendas. El alza en la demanda de vivienda en alquiler está provocando que los precios se disparen. Los inversores no son ajenos a ello y los grandes fondos han puesto el ojo en el mercado de los pisos residenciales. Es una realidad ya en grandes ciudades como Madrid o Barcelona y ahora llega a Pontevedra.

En la Boa Vila, un grupo de 23 vecinos de un edificio de la conocida como Cidade de Pedra se están viendo obligados a asumir subidas repentinas de hasta 60 euros en el precio del alquiler de sus viviendas desde que una socimi se hizo con la propiedad de todo el inmueble. Pero, ¿qué es una socimi? Son Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria. No tienen que pagar el impuesto de sociedades y se dedican a la compra de activos inmobiliarios y a la puesta en alquiler de las viviendas.

En el caso de Pontevedra, Mistral Patrimonio Inmobiliario S. A. es la socimi que se ha hecho con el edificio número 4 de Camiño do Ferro, en la conocida como Cidade de Pedra. La adquisición se llevó a cabo a principios de 2017 y, en los últimos meses, ya son varios los vecinos que han visto aumentar la mensualidad que pagaban por sus pisos en hasta un 15%, según indican algunos de los inquilinos del edificio.

"Los problemas comienzan cuando se termina el contrato y tienes que renovar, entonces es cuando te comunican, en muchos casos con unos días de antelación, que te suben el precio y, si no estás de acuerdo, tienes que irte", explica una de las inquilinas del edificio.

No puedo pagar 500 euros de alquiler por un piso de una habitación porque si no me quedo sin comer

A esta situación han llegado ya varios vecinos. Pilar, por ejemplo, ya busca un nuevo piso para mudarse después de que le comunicasen que le subirán el alquiler en enero. Es pensionista y lleva ocho años viviendo en el edificio. "No puedo pagar 500 euros de alquiler por un piso de una habitación porque si no me quedo sin comer", resume al preguntarle por su situación.

Asambleas de la PAH. Las subidas en el precio de los arrendamientos fueron sucediéndose a medida que los contratos de alquiler vencían. Así, ya son cinco los inquilinos que están pagando entre 40 y 60 euros más al mes por sus alquileres. Los vecinos del edificio acudieron a un sindicato de inquilinos de Madrid para orientarse y saber cómo podían hacer valer sus derechos como arrendatarios. "Nos pusieron en contacto con la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca) de Pontevedra y desde allí nos están asesorando", cuenta una vecina. De este modo, los inquilinos del edificio de la Cidade de Pedra ya han acudido a una de las asambleas del colectivo que tienen lugar en la Casa Azul los sábados y está previsto que el próximo repitan. "De los 23 vecinos del bloque acudimos a la reunión 16 y este fin de semana seremos más", adelantan mientras explican que el asesoramiento que están recibiendo de la PAH está sirviendo de mucha ayuda para afrontar la situación.

Nos pusieron en contacto con la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca) de Pontevedra y desde allí nos están asesorando

Los vecinos tienen previsto defenderse de las subidas de precio que consideran abusivas y por eso estudian la legislación para frenar a la socimi en sus intenciones. No descartan crear un colectivo que defienda los intereses de los inquilinos, como ya ha sucedido en otras ciudades con organizaciones como el Sindicato de Inquilinos.

Y es que además de las protestas por la subida repentina en los precios, los arrendatarios se quejan del mal estado de las zonas comunes del edificio. Iluminación deficiente y averías constantes en los pisos son algunas de las quejas que manifiestan los vecinos. Del mismo modo, lamentan que no existe trato directo con los propietarios y tienen que dirigirse a la inmobiliaria que gestiona el bloque para solucionar los problemas, Fincas Carro Inmobiliaria S. L., que también es la encargada de notificar a los inquilinos las subidas de los precios.

El nuevo negocio de las socimi

Pocas viviendas en alquiler y muchas personas demandando pisos para arrendar. Es la ecuación perfecta en la que se han fijado los grandes capitales que buscan rentabilidad. Y alquilar viviendas es un negocio redondo.

Las socimis son empresas de inversión inmobiliaria cuyo modelo se creó en 2009. Se dedican a la adquisición de activos para su posterior alquiler. Cuentan con un régimen fiscal que, en resumidas cuentas, exime del pago del Impuesto de Sociedades, a cambio de obligaciones de inversión y de pago de dividendos a sus accionistas, que, estos sí, tendrán que tributar.

La cantidad de compañías de este tipo no ha parado de crecer en los últimos años a causa del auge del mercado del alquiler.

Otras ciudades españolas ya han experimentado los problemas que suponen que grandes fondos especulen con el precio del alquiler encareciéndolo progresivamente. Expertos en vivienda hablan ya de una nueva burbuja, esta vez del arrendamiento, con pisos cuyos precios no dejan de subir y no se ajustan a la realidad de los salarios.

 

Sobre Mistral Patrimonio Inmobiliario S. A.

La compañía propietaria del edificio de la calle Camiño de Ferro está en Madrid y posee once edificios en toda España.

Del arrendamiento de viviendas en Pontevedra, la sociedad saca unos beneficios de 10.300 euros al mes, según calculan los inquilinos.

Diario de Pontevedra se puso este jueves en contacto con la compañía pero no obtuvo respuesta