Un fraude de seis millones en pensiones de difuntos

El agujero detectado por la Policía Nacional roza los 13.000 abonos ilegales y llega a 21 provincias, entre ellas Pontevedra, A Coruña y Ourense ►40 personas recibieron, durante más de diez años, pagas de familiares ya fallecidos

 

Un pensionista paseando por la ciudad. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Un pensionista paseando por la ciudad. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

La Policía Nacional, en colaboración con la Secretaría de Estado de Seguridad Social, destapó un fraude de 6.357.510,68 euros realizado mediante el cobro indebido de pensiones de personas fallecidas durante el pasado año en 21 provincias españolas. La investigación se ha desarrollado en varias provincias, entre ellas las de Pontevedra, A Coruña y Ourense.

Los agentes arrestaron a 11 de las 36 personas que han sido identificadas como presuntas responsables de un total de 55 delitos contra la Seguridad Social, estafa, falsedad documental y apropiación indebida, según dio a conocer este miércoles la Dirección General de la Policía.

Las actuaciones se llevaron a cabo a lo largo de todo el año 2019 en una veintena de provincias: Álava, Alicante, Almería, Asturias, Barcelona, Cáceres, Cantabria, Córdoba, Gerona, Huelva, A Coruña, Las Palmas, Madrid, Málaga, Murcia, Ourense, Pontevedra, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla, Valencia y Zaragoza.

Las primeras indagaciones comenzaron al recibirse varias denuncias de hechos similares en diferentes puntos del país. La mayoría de los implicados en el beneficio de estas cuantías abonadas de forma ilícita eran personas cercanas a los fallecidos, como hermanos, hijos, nietos y sobrinos, pero también maridos, esposas, yernos y exparejas.

No todos los responsables identificados han podido ponerse a disposición de la autoridad judicial ya que algunos han fallecido, están enfermos graves o se encuentran en avanzado estado de edad. Otros se encuentran residiendo en Alemania, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Francia, Suiza y Venezuela.

DE LA ACTRIZ... Esta operación ha supuesto un reto organizativo para los investigadores. Ya no solo por el rastro de las cuentas, sino por la picaresca empleada por los autores. Se analizaron un total de 12.586 abonos indebidos, 75 cuentas bancarias, 23 casos con más de 100.000 euros defraudados, 40 pensiones que superaban los diez años de ingresos ilícitos, 22 fallecimientos ocurridos antes del año 2000 y 11 muertes de pensionistas españoles ocurridos en el extranjero.

Gracias a los mecanismos establecidos legalmente, hasta el momento se han podido recuperar 3.893.787,08 euros del total defraudado, según subrayan las mismas fuentes policiales.

La Dirección General de la Policía destaca el caso de una mujer que, con el fin de conseguir acceso a la cuenta bancaria de su madre fallecida cuatro años antes, no dudó en acercarse al banco con otra persona que suplantó la identidad de su progenitora. De esta manera, consiguió el acceso al dinero mediante la falsificación de la firma de la titular de la cuenta. La implicada se benefició de más de 200 disposiciones en efectivo, que han supuesto un fraude al Instituto Nacional de la Seguridad Social de más de 74.000 euros, abonados durante los más de 20 años de forma indebida.

...AL EMPLEADO DE BANCA. Uno de los detenidos es un empleado de banca que, aprovechando sus conocimientos en el puesto y abusando de la confianza de sus compañeros de oficina, llegó a realizar hasta 62 reintegros de la cuenta de una mujer fallecida y que habían sido abonados indebidamente por el Instituto Nacional de la Seguridad Social.

Para cometer los hechos, este hombre falsificó los justificantes de efectivo y las cartillas bancarias de la pensionista fallecida y, con el fin de justificarse en su puesto de trabajo, aprovechaba los momentos en los que atendía a personas de avanzada edad para indicar a su compañero de ventanilla que la misma era muy mayor, que no podía estar de pie al tener dificultades de movimiento y la invitaba a esperar sentada.

Con esa estratagema, conseguía que en caja le entregaran el dinero con la falsa creencia que la mujer que estaba sentada era la titular de la cuenta. El arresto del trabajador se produjo mientras extraía dinero en un cajero automático de la propia entidad a la que había robado previamente.

La segunda parte de esta operación consistirá en poner al día todas las cantidades defraudadas, gestionar su devolución (en los casos en los que sea posible) y abrir el consiguiente proceso judicial contra sus autores.

Investigación. Cazados por las nuevas tecnologías
Este tipo de delitos está bajando, ya que, aunque las cifras pueden parecer escandalosas, se trata de casos antiguos que se detectan ahora gracias a las nuevas tecnologías, la conexión entre los registros y, en suma, las ventajas de la informática. En virtud de estos avances, dicen los agentes, a la Tesorería de la Seguridad Social le "saltan" cada vez antes los casos evidentes de cobro de pensiones de personas ya fallecidas. Cuando es así, la Tesorería facilita la información que ha podido recabar a la Sección de Investigación de la Policía Nacional para que prosiga con las pesquisas y dé con el beneficiario o, mas bien, con el aprovechado.

No se informó
De forma intencionada, el aprovechado no informó a la entidad bancaria del óbito, a pesar de que es obligatorio, ni se comunicó el fallecimiento en el Registro Civil. Lo primero que se hace en estos casos es cortar el ingreso de la pensión en la cuenta bancaria de las entidades correspondientes, que, por cierto, están obligadas cada año a solicitar una fe de vida de los pensionistas.En ocasiones no lo hacen y en otras, son engañadas, porque los familiares o allegados les presentan documentos falsifi cados.

Hasta 6 años de cárcel
De todos modos, en el caso de que se hayan efectuado los ingresos y descubierto el fraude, el banco tendrá que revertir a la Tesorería el importe correspondiente a cuatro años. Y para el autor del fraude, el aprovechado el castigo le puede suponer hasta seis años entre rejas.