"Fui el entrenador más barato del circuito profesional: nunca le cobré un euro a mi sobrino", afirmó Toni Nadal, que hasta 2017 y desde el principio de su precoz carrera fue la mano derecha del considerado como el mejor tenista de toda la historia en pistas de tierra batida y uno de los mejores de todos los tiempos.
El mallorquín lo dijo este viernes en la segunda jornada del Atlantic Meet, el congreso de relaciones personales que se celebró estos dos días en Pontevedra con un lleno total en las butacas del Pazo da Cultura durante la tarde.
En su ponencia Todo se puede entrenar, homónima de su libro, el mallorquín admitió que fue "un tipo con suerte" pues con Rafa Nadal tuvo "un gran jugador". Uno de los secretos del éxito es "ser un apasionado de lo que hago" porque "no concibo hacer algo sin pasión, aunque sea algo tan insignificante como pasar una pelota por una red". Lo principal, dice, es "mejorar" y, "aunque no todo el mundo puede ser número uno, todos podemos hacer las cosas mejor", pero para eso "hay que tener espíritu autocrítico o rodearse de gente dispuesta a cuestionarte siempre", que era el caso de Rafa, pues "el que paga manda para escuchar lo que quiere oír, pero como yo no cobraba no tenía ese problema".
Nadal siguió puntualmente esa filosofía desde que su sobrino se proclamó campeón de España con once años. "Nunca fui complaciente con él y no me gustan las quejas". Tanto en esa ocasión como en su primer Roland Garros le hizo ver que apenas la cuarta parte de los anteriores vencedores había logrado mayores éxitos en un mundo, el del tenis, "de exceso de complicaciones" en el que ellos descartaban desde psicólogos a nutricionistas. "Yo le decía: golpea la pelota cada vez lo mejor que puedas; no el día de la final, hay que poner interés en cada entrenamiento". Lo más importante de la vida, afirma, es "prepararse para asumir retos importantes" y "aumentar la capacidad de aguante". De hecho, el manacorí "nunca jugó un Grand Slam sin calmantes desde 2005. Aprendió a sufrir y a aguantar, eso es lo que marca la diferencia". El carácter, concluyó, "se construye en la tempestad" y, además, "nunca una excusa nos ayudó a ganar un partido".
Tantos aplausos como Toni Nadal (Mallorca, 1961) se llevó el cirujano Mario Alonso Puig (Madrid, 1955), quien ha dedicado gran parte de su vida a investigar cómo desplegar el potencial humano, especialmente en momentos de desafío, incertidumbre y cambio.
MENTALIDAD. "Tu salud, tu bienestar y tu felicidad también dependen de ti" fue el título de su ponencia, en la que subrayó que el elemento afectivo y emocional tiene un impacto directo en la salud y que hay un "segundo cerebro" en el estómago, que "le da órdenes al primero" y de ahí que las vivencias estén directamente relacionadas con el aparato digestivo. Relató, por ejemplo, como una paciente suya logró acabar con sus dolores de estómago después de tres años tomando un tratamiento ineficaz. El secreto, siguiendo su consejo, fue "sonreírle a su jefe, al que no podía ver, aunque fuera una sonrisa impostada", porque "el cerebro lee esa sonrisa y apaga las amígdalas, lo que permite que el estómago se mueva de manera normal y se evite esa distensión que causa el dolor".
Por eso, destaca, "claro que podemos decidir cosas sobre nuestra salud". Explicó las diferencias entre el estrés agudo y el crónico y la importancia de la respiración, del ejercicio físico, de la alimentación saludable y de dormir "siete horas como mínimo" para una buena salud. Y sin olvidarse de que "el amor alarga la vida".