El futuro hospital dotará a Pontevedra de su primera UCI de puertas abiertas

La jefa de servicio confía en eliminar la restricción de horarios en las visitas gracias a la ampliación de la unidad

Pilar Posada en la XXXII Reunión de la Sociedade de Medicina Intensiva. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Pilar Posada en la XXXII Reunión de la Sociedade de Medicina Intensiva. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

La Unidad de Cuidados Intensivos (Uci) del futuro hospital no tendrá límites de horarios para las visitas. Los familiares podrán acompañar a los pacientes las 24 horas del día y solo tendrán que ausentarse durante los momentos de asistencia médica. Además, dispondrán de una amplia zona de reposo, baños y duchas para poder pernoctar en el hospital.

En la actualidad, la UCI de Montecelo ya ha ampliado el horario de visitas, que ha pasado a ser de 13.00 a 14.30 horas por las mañanas y de 17.00 a 20.30 por las tardes. Sin embargo, las características arquitectónicas de la unidad «impiden tener el servicio abierto todo el día», señala la jefa de la unidad, Pilar Posada. Por este motivo, todas las expectativas están puestas en el Gran Montecelo, que aumentará la superficie destinada a cada cama, "de modo que la familia del paciente de al lado podrá estar presente sin interferir en nuestro trabajo y nosotros podremos actuar sin molestar a las visitas. Esperamos conseguir una verdadera UCI de puertas abiertas", añade la doctora.

Se creará una zona de descanso con duchas y se ampliarán las diez camas actuales hasta las 16 horas

El número de camas también aumentará, pasando de las diez actuales a 16 y con la posibilidad de llegar a 20 en caso de una demanda elevada y constante. Para los profesionales significará un avance "importante" pues, según advierte Posada, "muchas veces nos encontramos bastante justos de camas". "En este momento, la situación de Montecelo y el Provincial es de ocupación absoluta, pero no se puede crecer hasta que se haga la ampliación. Por eso vemos el proyecto del futuro hospital con mucha esperanza de conseguir una mejoría".

Salvando la Uci de Ferrol, la de Pontevedra es la Unidad de Cuidados Intensivos más pequeña de los hospitales gallegos. Aun así, atiende una media de 500 ingresos anuales y dispone de una plantilla que muchas veces se queda corta para la necesidades de los pacientes críticos.

La Unidad dispone de nueve médicos, 20 enfermeras, nueve auxiliares de clínica y una supervisora de enfermería. A nivel médico Posada cree que el servicio "está bien dimensionado", pero en el ámbito de la enfermería la jefa de la unidad incide en que "siempre nos parece poco personal". "El problema de las UCI es que los pacientes requieren de unos cuidados de enfermería muy exhaustivos y las enfermeras son las que están a pie de cama, por eso siempre estamos pidiendo refuerzos en este sentido". Ahora toca esperar a ver si el Gran Montecelo aumenta, además del espacio, plantilla.

El espacio actual se queda "justo" y la plantilla resulta escasa para los cerca de 500 ingresos anuales que registra

TRASLADOS. El CHUP es un complejo hospitalario de "segundo nivel". Por ello, es bastante habitual que algunos pacientes que requieren cuidados intensivos específicos sean trasladados a los hospitales de referencia, véase Santiago, Vigo y, en menor medida, A Coruña. "Hay especialidades que no tenemos y que suelen necesitar cuidados intensivos con cierta frecuencia como, por ejemplo, Neurocirugía, Cirugía Cardíaca, Cirugía Torácica o Hemodinámica 24 horas, por lo que pacientes de nuestra unidad y del área coronaria tienen que ser trasladados, a veces de forma directa desde Urxencias y otras desde los servicios cuando surgen complicaciones. No es una cosa diaria, pero sí es bastante frecuente", explica Posada.

El perfil más habitual en la UCI es el del paciente pluripatológico. ¿Las causas más frecuentes de ingresos? Las de tipo neurológico y las insuficiencias respiratorias. En general, la edad de los usuarios ha ido in crescendo debido al envejecimiento de la población, aunque por norma general la UCI solo asume a los pacientes que pueden recuperarse de una agresión aguda. En caso contrario, los profesionales consideran que no tiene sentido someterlos a este tipo de tratamientos.

La estancia media ronda los cinco días y medio, debido al recambio de pacientes que se realiza en la unidad para optimizar los recursos. A lo largo del año hay dos momentos en los que aumenta la demanda de cuidados intensivos: el invierno, coincidiendo con las infecciones respiratorias, y el verano, con la llegada de turistas.

El índice de mortalidad ronda el 15% aunque, según trascendió durante la XXXII Reunión anual de la Sociedade Galega de Medicina Intensiva, celebrada el pasado viernes en Pontevedra, los avances tecnológicos y médicos han aumentado el índice de supervivencia en un 90%.

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