De una parte, tres socios coruñeses acusados de estafar 157.000 euros; de la otra, dos pontevedreses que regentaban la inmobiliaria supuestamente engañada. Y en el centro del debate el futuro de Condiminio Vinicius, el nombre del complejo turístico, formado por varios edificios de apartamentos junto a la playa brasileña de Búzios, que teóricamente se iba a construir con ese dinero.
El caso llegó ayer a la Audiencia Provincial. Los titulares de Ribademar Promociones J.M.C.E. J.R.H.B. y J.R.L.P (que se enfrentan a tres años de prisión y multa de 2.400 euros) negaron cualquier responsabilidad en el delito del que le acusan sus socios pontevedreses, con quienes suscribieron un contrato en agosto de 2008 para llevar a cabo la ambiciosa promoción.
Admitieron, eso sí, que unos meses antes habían adquirido en el estado de Río Grande del Norte (Brasil) varios terrenos con la finalidad de construir el complejo turístico. Sin embargo, necesitaban financiación y J.R.L.P. aprovechó su amistad con uno de los empresarios pontevedreses para plantearle la idea y una posible alianza comercial, lo que finalmente cristalizó con la creación de una sociedad en Brasil llamada Vinicius Emprendimientos Inmobiliarios Ltda.
Los tres empresarios coruñeses aportaron los dos terrenos ya adquiridos como el 50% del capital social y la inmobiliaria pontevedresa 157.000 euros para adquirir el 50% restante. Incluso efectuaron viajes a Brasil para conocer en persona la ubicación de su proyecto.
Sin embargo, al poco de recibir el dinero, los representantes de Ribademar Promociones se lo repartieron y la promoción brasileña se quedó en nada.
