Son los futuros guardianes del patrimonio cultural. Los alumnos y alumnas de la Escola Superior de Restauración e Conservación de Bens Culturais de Galicia se forman con piezas auténticas en otra cara del arte: la que tiene que ver con el cuidado y la preservación. En el futuro pueden acabar trabajando en museos como el Guggehheim, el Centro Galego de Arte Contemporánea o el Museo de Pontevedra, como ya han hecho algunos de sus compañeros. Hoy se preparan en el edificio de la calle Xeneral Martitegui de la Boa Vila, que comparten con la Facultade de Belas Artes, y siguen su camino en tres especialidades: restauración de pintura, escultura y arqueología.
Estos días la Escola ha sido noticia por los trabajos que realizan en el IES Valle Inclán para recuperar un mural, que se presume de los años 30. Y son numerosas las colaboraciones que realizan con instituciones públicas de toda Galicia e intervenciones en piezas de la iglesia. Mosaicos de la época romana, tallas de patrimonio religioso, recuperación de huesos... Solo hace falta asomar la cabeza por sus talleres para contemplar un minucioso trabajo en la recuperación de auténticas joyas históricas y piezas que hacen hablar al pasado.
Una mañana de viernes, los alumnos de 3º y 4º se encuentran en los talleres, excepto los de pintura, que tienen examen. En uno de ellos, de escultura, tres estudiantes tratan piezas de materiales no tradicionales. Sobre la mesa llama la atención un cantoral de piel de gran tamaño. "Conserva solo las cubiertas, el interior se perdió", explica el profesor Antón Pereira. La pieza, del siglo XVII, aún conserva las contracapas de pergamino. "Es de lo más antiguo que trabajamos ahora mismo. Tenía un montón de manchas, la piel super reseca, grietas, en la partitura se estaba levantando la tinta... Lo que hacemos es una limpieza, consolidación de la tinta...", explica. En otra parte de la mesa, un caballito de juguete de cartón piedra de 1940 procedente del Museo de Lugo y varios modelos anatómicos derivados del Museo de Ferrol están preparados para ser intervenidos. "Vienen piezas de todo tipo, pedimos según la asignatura que estamos tratando en ese momento", señala el profesor.
A la misma hora, en el taller contiguo, la profesora Cristina Montojo dirige el trabajo de Iria Cabrera con otra pieza de gran valor patrimonial. Una escultura de piedra, datada en el siglo XVIII y de estilo barroco tardío, depositada en el claustro de la catedral de Tui y que proviene de una antigua capilla de Vigo, la de Santa Rita, que fue destruida. Representa la Virgen de la Asunción, patrona de la ciudad olívica. "Lo que hacen es limpiar en seco, la pintura con mucho cuidado, fijarla con mucha resina y apurar la limpieza", cuenta la profesora, mientras la alumna que toca con cuidado la escultura en piedra, muestra fotografías microscópicas de las distintas capas de pintura de la piedra policromada y explica los procesos técnicos que llevan a cabo para recuperar la pieza. "Como vedes aquí hai que saber de todo, de química, de fotografía...", subraya la directora, Carmen Lorenzo, que hace de guía por los pasillos del centro.
Siguiendo la primera planta se encuentra un taller de moldes donde los alumnos realizan réplicas exactas de todo tipo de objetos. En la puerta descansa boca abajo el molde de un petroglifo de Auga dos Cebros, de Oia, que tiene grabado un barco.
"Temos un convenio co Museo de Pontevedra e varias institucións e eles mándannos as pezas que necesitamos. Buscamos pezas que nos sirvan didacticamente, que sexan interesantes para que o alumnado poida traballar cos distintos materiais e metodoloxías que aprenden na Escola", explica la directora en un recorrido por la Escola de Restauración.
La siguiente parada es el taller de pintura cuyas paredes cuentan con varios murales realizados en distintas técnicas y materiales con los que los alumnos practican. Sobre la mesa, reposa un tríptico del artista pontevedrés Morquecho que están recuperando los alumnos.
Además de las clases que se realizan en el centro, la Escola organiza campañas en el exterior para completar las prácticas de restauración de materiales arqueológicos. Uno de los proyectos en los que trabajan desde 2016 es una colaboración con la comunidad de montes de Monte Carrio, en Lalín, que busca reducir el impacto ambiental de un parque eólico. "Traballamos nunha zona de mámoas, na catalogación, limpeza, traballo educativo e de concienciación", comenta la directora.
Desde 2016, colaboran con la Comunidad de Montes de Monte Carrio para reducir el impacto ambiental de un parque eólico
Arqueología
En la planta superior se encuentra el taller de materiales arqueológicos. Este cuatrimestre están trabajando con huesos enviados por el Museo de Pontevedra y que proceden de una excavación de la Sociedade Arqueolóxica en San Francisco. "Cando tes un grupo de ósos que permite formar un esqueleto completo o intentas. Como viña todo mesturado separamos por tipo de óso: fémures, cránios...", dice Sonia, la profesora.
En la estancia contigua, el grupo de Fernando Carrera trabaja con un grupo de alumnos en la adhesión de piedra, mortero y mosaico. "Lo que más me gusta es que se tocan muchos materiales y el día de mañana va a ser una salida interesante en el trabajo en campo", dice Jana, una de las alumnas.
Entre los proyectos que impulsa la Escola de Restauración cuenta con varias iniciativas de Erasmus, una de ellos liderado por la Universidad de las Artes de Tirana y en el que participan otras dos universidades de Albania e Italia. "A finalidade é poder establecer estudos de restauración en aquel país nun futuro próximo", explican.
La Escola de Restauración participa en un proyecto liderado por la Universidad de las Artes de Tirana, enmarcado en Erasmus Plus