La Xunta de Galicia pide un Perte para la celulosa

La mitad de la madera que produce España sale de Galicia, cuyo principal agente forestal es Ence, primer fabricante europeo de celulosa de eucalipto. Para salvar al sector, pase lo que pase al final con Ence, la Xunta propone un Perte que blinde, con participación público-privada, el futuro industrial de la celulosa. ¿Aceptará el Gobierno?
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photo_camera Imagen de la protesta de los trabajadores de Ence en marzo. JAVIER CERVERA

Con Independencia de lo que ocurra con el recurso de casación de Ence ante el Tribunal Supremo, la duda ahora es saber si Galicia perderá a su primer agente forestal y maderero, capaz de generar cada año un negocio de más de 200 millones de euros, aprovechar cada doce meses cerca de dos millones de toneladas de biomasa para generar energía, exportar el 96% de su producción, emplear directa e indirectamente a más de 5.000 personas o movilizar más de 200 barcos y 146.000 camiones cada ejercicio económico.

1º¿QUÉ HACER PARA MANTENER AL SECTOR EN GALICIA?

Para garantizar la continuidad de un sector como el de la celulosa, estratégico para Galicia y susceptible de absorber todavía mucha innovacion en sus procesos, la Xunta propone al Gobierno la aprobación de un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte), similar al aprobado por el Consejo de Ministros para la automoción catalana y su proyecto de implantación de una fábrica de baterías.

Esta actuación permitiría utilizar directamente una parte de los 140.000 millones de euros que el instrumento europeo de Recuperación (fondos Next Generation UE) destinará a España para atraer un socio industrial de primer nivel, sea éste Ence u otro competidor, y potenciar así la producción de celulosa o papel gallegos.

Los Perte aparecen contemplados en el Real Decreto Ley 36/2020, de 30 de diciembre, por el que se aprueban medidas urgentes para la modernización de la Administración Pública y para la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Los proyectos integrados en esta figura recibirán un trato preferente no solo en cuanto a la financiación, con posibles subvenciones estatales, sino también en lo que atañe a la flexibilización de los procesos o eliminación de barreras burocráticas.

El Perte deberá ser aprobado en el Consejo de Ministros, a propuesta de los Ministerios competentes (Industria, Innovación, Transición Ecológica o Empleo). Una memoria debería describir las medidas de apoyo, así como la colaboración público-privada con la que se pretenda poner en marcha y que será imprescindible para su desarrollo.

La Xunta impulsa la creación de una fibra textil (viscosa) a partir de la madera, pero aceptaría también otro proyecto estratégico para la celulosa

2º¿SE ADAPTA EL CASO DE ENCE A UN PERTE?

La duda es si el traslado de Ence encajaría en esta figura. A juzgar por los requisitos definidos en el Real Decreto, podría decirse que sí. El documento señala que un Perte debe representar una importante contribución al crecimiento económico, combinar conocimientos de distintos actores económicos, contar con un importante carácter innovador, resultar cuantitativa y cualitativamente relevante, favorecer el crecimiento y la integración de pequeñas y medianas empresas y, por supuesto, cumplir con alguno de los objetivos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la economía española.

3º¿ESTARÍA ABIERTA LA POSIBILIDAD DE UNA FÁBRICA DE PAPEL?

La respuesta es sí. Tanto el PP, como el PSOE y el BNG ya han dicho que con Ence fuera de la ría y ubicado en otro emplazamiento de Galicia, nadie se opondría a que se cerrase el ciclo productivo con una papelera. Otra cosa es si el operador implicado lo considera interesante. Por ahora, Ence no ha solicitado expresamente esta opción de negocio.

España produce anualmente más de 8 millones de toneladas de papel, de las cuales 6,4 son papel y cartón y 1,7 son celulosa. El país cuenta con 10 fábricas de celulosa y 69 de papel y cartón. La industria española es el sexto productor europeo del sector, emplea a 16.635 personas, genera 80.000 puestos de trabajo indirectos y factura cerca de 5.000 millones de euros.

4º¿HA IMPULSADO LA XUNTA UN PERTE PARA LA CELULOSA GALLEGA?

De momento, no. El Gobierno gallego está impulsando un proyecto para captar fondos europeos a partir de la madera. Pero se trata de la fabricación de fibras textiles a partir de la madera autóctona, en concreto de la generación de viscosa. Sin embargo, el conselleiro de Economía, Empresa e Innovación, Francisco Conde, ha reiterado en varias ocasiones que es factible la convivencia de los dos proyectos (celulosa y viscosa) porque Galicia "tiene el recurso y también la suficiente capacidad industrial". Además, la existencia en la comunidada autónoma de la masa forestal podría garantizar el interés de operadores nacionales o extranjeros al margen de los actores actuales. Ence llegó a valorar su posible traslado fuera de la ría de Pontevedra en el entorno de los 700 millones de euros. Pero en este presupuesto se integró también el coste de la regeneración de los terrenos actuales, algo a lo que estaría obligado por ley.

El impacto del cierre de Ence, casi 400 millones
El impacto de un cierre de Ence tendría múltiples derivadas. Empresas asociadas a su actividad se hundirían directamente con ella, casi un 25% de la actividad portuaria se desplomaría y los costes sociales derivados de la pérdida de empleos están todavía por medir. Pero de lo que hay pocas dudas es de las consecuencias que tendría para la propia empresa y para las inversiones previstas por la misma en el área de Pontevedra.

Dejando al margen los 400 millones de euros que Ence se comprometía a invertir a cambio de la prórroga de 60 años firmada por el Gobierno de Rajoy en enero de 2016, lo que sí sería tangible para la comarca, y de manera inmediata, es la pérdida de los 156 millones comprometidos desde 2021 hasta 2073 en el plan social (a razón de 3 millones por año). O los 15 que están ahora mismo en el aire de la contribución que Ence iba a hacer para la ampliación de la depuradora en la ría.

Además, hay que considerar los 185 millones en los que Ence cifró el coste de clausurar sus instalaciones. De ellos, no menos de 43 se gastarían en los trabajos necesarios para el desmantelamiento, 16 tendrían que utilizarse para la cancelación de los contratos en vigor, 15 más se irían en indemnizaciones para sus cerca de 400 empleados directos en Pontevedra, mientras que la pérdida de la biofábrica pontevedresa en su balance contable se llegó a cifrar en 111 millones de euros.

En la actualidad, según las cuentas de la propia compañía, Ence genera en Galicia más de 5.000 empleos, 800 de los cuales están en Pontevedra o en municipios limítrofes. De todos ellos, cerca de 2.100 se desarrollan en el ámbito forestal, y los 3.000 restantes pertenecen a las áreas industrial y logística, además de a otras actividades derivadas del aprovechamiento, transporte y transformación de la madera.

La compañía gestiona directamente en Galicia cerca de 10.500 hectáreas de cultivos forestales y tiene relación directa con propietarios de montes, proveedores, asociaciones y suministradores, a los que compra madera por un valor próximo a los 100 millones de euros de rentas anuales.

DESPLOME EN BOLSA
Aunque ayer Ence cerró en el parqué madrileño con una subida del 3,53%, esta recuperación no mitiga el desplome de casi el 22% de su valor en Bolsa acumulado desde que se conoció la pasada semana la sentencia de la Audiencia Nacional. En realidad, el grupo ha perdido en los últimos cuatro años el 53,6% de su capitalización bursátil. Ence llegó a estar valorada en el mercado de acciones en 1.354 millones de euros. Corría el año 2017. Esta martes, la firma no valía más de 628 millones, tras dejarse por el camino 726 millones con la caída paulatina del precio de sus títulos, que hoy se venderán a 2,64 euros cuando abra la Bolsa.

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