En Galicia solo 7 polígonos mejilloneros de Arousa se libran por ahora de la toxina

Lo de la ría de Pontevedra, al igual que los de Vigo y el resto de la costa gallega permanecen cerrados por el Intercmar ►Este año las bateas poienses acumulan ya 42 jornadas de paro forzoso

Un grupo de aves descansando sobre una de las bateas de la ría de Pontevedra RAFA FARIÑA
photo_camera Un grupo de aves descansando sobre una de las bateas de la ría de Pontevedra. RAFA FARIÑA

Es lo que suele tocar en esta época del año, así que la presencia de biotoxinas no ha cogido por sorpresa al sector mejillonero. Eso sí, en esta ocasión son muy pocos los polígonos de bateas del litoral gallego los que se mantienen libres del cierre forzoso. Tan solo siete áreas de la ría de Arousa (concretamente, cuatro de A Pobra, dos de Vilagarcía y una de Cambados) siguen siendo aptas para extraer moluscos, de acuerdo con el informe que publicó ayer a las 14.43 horas el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar).

Una situación bien distinta se da en la ría de Pontevedra, donde sus ocho polígonos mejilloneros permanecen clausurados por culpa de las toxinas lipofílicas, las más habituales en las Rías Baixas.

Los tres denominados Portonovo A, B y C y ubicados mayoritariamente en aguas del municipio de Poio están inoperativos desde el pasado 17 de abril, aunque en lo que va de año suman ya 42 jornadas de cierre (el primer período de clausura por biotoxinas se prolongó desde el 4 hasta el 30 de marzo y el segundo desde el 17 de abril hasta ahora).

Aunque pueda parecer bastante tiempo, sobre todo para los profesionales que viven de ello, lo cierto es que 42 días son menos de los que acumulaban el año pasado por estas fechas. Así, en 2018 los mismos polígonos llevaban ya 52 jornadas cerrados por toxina. De hecho, entonces estuvieron clausurados 20 días del mes de marzo, todo abril, todo mayo, todo junio y diez días de julio, tal y como muestran los informes históricos del Intecmar.

El sector confía en que este año la situación no sea tan negativa, aunque eso es imprevisible, ya que depende de factores naturales como las condiciones meteorológicas y la temperatura del agua, entre otros.

ALMEJA Y BERBERECHO. Además de los mejilloneros, las biotoxinas también han obligado a parar temporalmente a los mariscadores de la ría de Pontevedra. El Intecmar cerró las cinco zonas en las que se dividen los bancos marisqueros pontevedreses el pasado 26 de abril por la presencia de biotoxinas lipofílicas y desde entonces permanecen inactivos para la extracción de almeja y berberecho, aunque en tres de estas zonas sí se pueden recoger navajas y longueirones, ya que dichas especies no están afectadas.