"Me levantaba pensando en el juego y de dónde sacar dinero para jugar. Pero lo que empezó siendo divertido, se convirtió en una necesidad. Me daba igual de dónde saliera el dinero". Con este reconocimiento, Fabricio F. A. se justificó ante el tribunal del jurado que resolverá la acusación de haberse apropiado de medio millón de euros de la cofradía San Martiño de O Grove entre 2009 y 2010, aprovechando que tenía total acceso a las cuentas del pósito.
El procesado admitió haberse quedado con 190.000 euros, amparado en una negligencia bancaria de Caixabank (reconocida este lunes por la entidad), que no exigió en las distintas retiradas de efectivo la preceptiva firma mancomunada del contable y del patrón mayor. "Si lo hubiera hecho, me habrían descubierto antes y esto no llegaría a tanto", se lamentó este martes Fabricio F. A.
En su declaración, reiteró varias veces que el dinero sustraído, tanto por ventanilla como por transferencias por ordenador, "me lo gasté en el casino", donde admitió que se llegó a dejar 10.000 euros "y más" en un solo día.
La vista continúa en la Audiencia Provincial con la declaración de testigos y peritos. El acusado se enfrenta a una petición de seis años de prisión y 15 de inhabilitación.
