La puesta en libertad de la práctica totalidad de la organización criminal presuntamente liderada por Juan Carlos Santórum ha provocado un gran revuelo no solo en el seno de la Policía, la Fiscalía y la jueza instructora, sino también entre los colectivos sociales de lucha contra la droga. La Fundación Galega Contra o Narcotráfico (FGCN) considera «inexplicable» la decisión adoptada por la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, señalando que se está produciendo un "efecto llamada" que hace que grandes mafias internacionales apuesten por Galicia como lugar predilecto para operar, dada la benevolencia de las posteriores decisiones en clave judicial.
Fernando Alonso, gerente de la FGCN, ve "inconcebible" la situación que se ha creado con la "detención y posterior puesta en libertad de la práctica totalidad de la banda. La guinda del pastel son los 30.000 euros de fianza para Santórum", pues el presunto cabecilla del intento de introducción de los 3.800 kilos incautados en el buque Karar saldrá de prisión en cuanto consiga los beneficios penitenciarios que le corresponden por la causa que le mantiene entre rejas, una condena por revelación de secretos al recibir chivatazos de dos guardias civiles de la Comandancia de Pontevedra.
La Fundación abunda en que "el caso es que la mayoría están inexplicablemente en libertad. Individuos cogidos casi literalmente con las manos en la masa, con evidencias aplastantes en su contra. No entendemos que las pruebas no sean suficientes. Ni tampoco lo entenderá la Drug Enforcement Administration (DEA), las Fuerzas de Seguridad o los jueces y fiscales que trabajan en el caso después de tanto tiempo, y tan duro trabajo, para detener a estos criminales".
La Policía Nacional aportó pruebas contundentes que fueron obviadas por la Audiencia, entre las que destacan el hallazgo de las mismas coordenadas en una de las naves empleadas por la organización y en el buque que transportaba la cocaína, así como numerosas conversaciones entre los investigados en las que de forma explícita explican cómo pueden hacer llegar a tierra la droga, y la cantidad exacta que recogerían.
La FGCN muestra su preocupación ante estas situaciones y trabaja en iniciativas que ayuden a solucionar lo que se considera un grave problema de seguridad pública. "Hay que acabar de una vez por todas con estas situaciones en las que la ley, los procedimientos judiciales y sus interpretaciones se retuercen para terminar beneficiando a los criminales y desprotegiendo al resto de la sociedad, poniendo en peligro la seguridad de todos. Es algo que genera un efecto llamada muy peligroso para otras organizaciones que quieran asentarse aquí aprovechando nuestra benevolencia legal y las facilidades ofrecidas para delinquir".
