"La semana que viene vamos a tener muchos casos. Ya era lo previsto hace 15 días y es lógico, vista la tendencia y el comportamiento de la gente", asegura el jefe de servicio de Alertas Epidemiológicas de Pontevedra, Miguel Álvarez Deza.
De hecho, el leve descenso registrado en el balance del miércoles, podría no pasar de un espejismo, pues tanto las reuniones familiares como las aglomeraciones en la calle ("si no se respetan las distancias da igual estar al aire libre") invitan al pesimismo. "Lo del martes fue una locura. Hay que intentar no coincidir todo el mundo en la calle. Las cosas suceden por algo". Y después de las fiestas navideñas llega la amenaza de las rebajas de invierno.
Estas aglomeraciones pueden originar contagios, pero actualmente el foco está en las reuniones. Desde el 31 de diciembre, explica Álvarez Deza, se contabilizan 21 brotes en el área sanitaria, "todos familiares", casi todos de tres, seis o siete personas. Así en esta última semana en Pontevedra se contabilizaron 56 casos nuevos, en Vilagarcía 36, en Poio 21 y en Sanxenxo 16.
Caso aparte es el de A Illa de Arousa, el peor municipio de la provincia en incidencia acumulada, que el miércoles registró cinco casos nuevos, y en el que el cribado anunciado es vital para atajar la pandemia. "Son todos brotes familiares y de gente mayor que se reunía para jugar partidas de cartas, de dominó...". El concello insular está sometido a un cierre perimetral individual y solo se puede entrar o salir para trabajar, estudiar o en casos estrictamente justificados. Y pese a esto y a su particular geografía -solo puede accederse por carretera a través del puente que la une con Vilanova-, Deza asegura que "hay gente que va en barca desde Cambados y Vilanova a A Illa para jugar la partida":
Dada esta situación, el jefe Alertas Epidemiológicas confía en que la situación mejore cuando se acelere el ritmo de vacunaciones, justo cuando Bruselas acaba de autorizar la vacuna de Moderna, la segunda que se distribuirá en la Unión Europea.
VACUNAS. Eso será si las nuevas no necesitan un protocolo tan complicado para respetar la cadena de frío como la de Pfizer-BioNTech. Siendo vacunas como la antigripal, por ejemplo, podrían aplicarse más de 7.600 diarias e incluso vacunar a toda la población mayor de 65 años de la provincia en un mes.
Eso sí, "la vacuna no es garantía de que se erradique la covid. Habrá que convivir con ella y podrá ser una enfermedad endémica".
