Gilberto 'El Cubano' era el controlador del narcosubmarino incautado por la Policía

Socio histórico de los lancheros de las Rías Baixas, ofrecía servicios tanto en Pontevedra como en el Sur
El semisumergible incautado en Málaga. CNP
photo_camera El semisumergible incautado en Málaga. CNP

Sus conexiones con la provincia de Pontevedra son históricas. Gilberto M.B., alias El Cubano (y originario de la isla caribeña) era el controlador de la embarcación semisumergible incautada en Málaga por la Policía Nacional. Avezado lanchero, son bien conocidos sus tratos con la gente del fallecido Patoco, que en su día llegó a ser el principal piloto de planeadoras de este lado del Atlántico. Ya desde 2010 se escuchaba su nombre en Galicia, muy relacionado con el narcotráfico en Vilanova de Arousa. En los años siguientes, la Sección Greco Galicia no le perdió la pista. Permaneció afincado en Bertamiráns, a un paso del aeropuerto y a 15 minutos de la ría de Arousa. Manejaba una embarcación semirrígida, neumática en la parte inferior y cabinada en la cubierta, que ofrecía para operaciones de sustancias estupefacientes (en la imagen de la parte superior izquierda de esta página). En los últimos años, ante la presión ejercida sobre él en Pontevedra, había desplazado sus negocios ilícitos al Sur. Siempre había combinado tentativas de introducción de los más lucrativos alijos de cocaína con el hachís, y había caído con las manos en la masa en más de una ocasión. En el marco de la operación Ferro de la que este jueves daba cuenta en exclusiva este periódico, El Cubano había conseguido coronar alguna operación de tráfico del derivado del cannabis por el Estrecho. Así lo atestiguan los fardos que acabaron siendo incautados en tierra, ya preparados para ser vendidos al mejor postor. Y además, había conseguido la financiación necesaria para construir un semisumergible, compacto, eso sí, pero con la tecnología necesaria para navegar entre dos aguas y realizar travesías marítimas de largo recorrido sin ser detectado. Con piezas procedentes de Holanda y de Bélgica, tal y como confirmó este jueves en el acto de presentación del despliegue policial el comisario general de Policía Judicial, Rafael Pérez, la embarcación aún no estaba rematada. La Udyco Central evitó su botadura. La información procedente de la Comisaría de Pontevedra se cruzó con los datos existentes en el complejo de Canillas y con las aportaciones de la Dirección Antinarcóticos (Diran) de Colombia, la DEA y la NCA. Todo ello en coordinación con Europol sirvió para vincular a los 52 detenidos con distintas operaciones de narcotráfico y para que 30 de ellos ya estén en prisión. El Cubano, pues, no regresará a Galicia por ahora.

Se incautaron 3.300 kilos de cocaína y 700 de hachís, se desmantelaron dos laboratorios y toda una multinacional del crimen

En cuanto al saldo final del trabajo policial, más allá de lo ya anunciado, destaca la incautación de unos 3.500 kilos de cocaína oculta entre sustrato de coco y harina de palmiste, gran parte de ella en origen (Colombia), pero también en España.

La organización con un laboratorio en la provincia de Tarragona en pleno funcionamiento y otro a punto de ponerse en marcha en Murcia. La Brigada Central puso en marcha a 300 agentes, todos sus grupos Greco incluidos, para efectuar 47 registros en distintos puntos de la Península.

Entre los detenidos, además del citado y de individuos españoles, hay colombianos y georgianos (los más relacionados con Galicia), un buen número de dominicanos, holandeses y magrebíes. Una auténtica multinacional del crimen que empleaba el hachís para obtener fondos para afrontar las costosas importaciones de cocaína.

Comentarios