SE VE "CON fuerza y animado" en su estreno como edil de Ciudadanos. "No voy a ser un guerrilleiro. Soy una persona mesurada", dice Goyo Revenga, que reconoce que el objetivo de su partido "era tener dos concejales, como mínimo" en la Corporación de Pontevedra.
¿Le pasó factura a Ciudadanos el tirón de PP y PSOE en las municipales del 26 de mayo?
Sí. Todo influye. Pero mantener el resultado me parece muy importante. Hemos pasado de dos concejales en la provincia a doce. Cuantitativamente no es muy importante, pero cualitativamente sí porque va a crear esa base organizativa que nos puede dar un empujón para las próximas elecciones gallegas. Tenemos que ir creando las bases. La casa no se puede empezar por el tejado, sino por los cimientos. Y los cimientos están en la política municipal.
El hecho de que María Rey fuese relegada al número dos de Cs poco antes del 26M, ¿le perjudicó?
Nadie puede decir si ha beneficiado o ha perjudicado. No tenemos una bola de cristal. Lo que está claro es que el partido tomó una decisión. Y nosotros, como militantes, tenemos que acatarlas. Lo dije desde el primer momento: no la puedo compartir, pero estamos en una organización en la que tienes que acatar las decisiones que son estratégicas para el partido. En su momento ella lo acató. Hicimos la campaña juntos. Tratamos de presentar el proyecto de Pontevedra, que es lo que está por encima de todo. Ni María Rey ni Goyo Revenga están por encima del proyecto de Ciudadanos.
¿Cómo le sentó el adiós de María Rey después de las municipales?
Son decisiones de tipo personal, las cuales no puedo entrar a valorar. Ella tomó una decisión y yo la respeto.
Con ella se dieron de baja otros cinco miembros de la lista. El agujero que deja en Ciudadanos es importante.
La agrupación no es solo María Rey y esas cinco personas. Somos 92 miembros en este momento. Ahora se está haciendo la nueva ejecutiva y el grupo de apoyo municipal. Me voy a rodear de un equipo de personas solventes.
María Rey se declara de centro-izquierda. Hasta hace poco militaba en un partido, Ciudadanos, que se mueve del centro a la derecha. ¿Usted en qué posición está?
Yo soy una persona liberal. El liberalismo no es una ideología, es un pensamiento que se nutre de muchas cosas. Una ideología es rígida y monolítica. El liberalismo, no. Puede captar ideas de la derecha y de la izquierda para hacer una sociedad mejor. Y siempre bajo una premisa: las libertades individuales son lo primero. La persona está por encima del Estado y de muchas cosas que en las otras ideologías, no. Dicho esto, en el partido convivimos muchas ramas. Igual que en el PSOE o el PP. Casado cuando tomó el poder se declaró liberal cuando venía de una derecha más recalcitrante.
El BNG defiende que Ence influyó en el resultado electoral. ¿Usted qué cree?
Ence pudo haber influido en el resultado, pero tanto a favor de unos como de otros.
¿Qué opina de Lores?
Yo creo que Lores, como Abel Caballero en Vigo, es una persona que trasciende al partido. El BNG lo sabe bien. Por eso lo presentó.
En el Pleno de investidura aseguró que hará una oposición constructiva y leal a Pontevedra. ¿Está dispuesto a llegar a acuerdos con el Bloque Nacionalista Galego?
Acuerdos para la ciudad, sí. Ciudadanos es un partido reformista, que viene a intentar mejorar lo que está mal a nivel europeo, estatal, gallego y local. Lo que está bien hay que dejarlo. Pero yo no puedo compartir el independentismo. El BNG está controlado por la Unión do Povo Galego. En el último congreso dijeron que son un partido marxista, internacionalista y nacionalista. Ellos no engañan a nadie. A mí tampoco.
Se lo preguntaba porque en el anterior mandato la cúpula de Ciudadanos frenó un pacto presupuestario con el BNG...
Los presupuestos hay que leerlos con lupa. En eso voy a ser muy cauto. He visto lo que le ha pasado a otros partidos, como Marea, que se abstuvo para que el señor Lores tuviese unos presupuestos aprobados y, luego, donde dije digo, digo Diego. Una cosa son acuerdos puntuales y otra bien distinta un presupuesto, que marca hojas de ruta que yo no comparto. Las tengo muy claras. Una es lo que se está haciendo con el tema del compostaje, otro es el transporte urbano, las políticas sociales y la promoción económica de la ciudad.
¿Lombos sí o lombos no?
Lombos, en principio, no. Habrá que poner algunos, pero no se puede llenar Pontevedra de lombos.
¿Por qué?
Primero por una cuestión económica. Habría que saber cuánto cuesta cada lombo, porque hay 3.000. Hay que ver cómo tendremos la espalda los pontevedreses dentro de 20 años. Por mi trabajo no cojo mucho el coche, pero las personas que lo tengan que coger a diario... La espalda, y los vehículos, van a sufrir. Creo que hay otras medidas de calmado de tráfico que pueden ser tan efectivas como los lombos que no tan lesivas para la ciudadanía.
Pontevedra lleva ocho años sin muertos en carreteras urbanas. Hay expertos que lo atribuyen, entre otras cosas, a los lombos...
Hay menos tráfico también, ojo. Y el conductor también es más consciente de la velocidad a la que tiene que circular. Yo no digo que no haya que poner calmados de tráfico. Por otra parte, los lombos tienen una normativa del Ministerio de Fomento que se ha saltado a la torera. ¿Por qué en las calles que no son de Fomento el Concello hace de su capa un sayo? Ellos pueden decir que los lombos están ligados a la bajada de accidentes de tráfico, pero científicamente no hay nada. ¿Que no hay muertos? Efectivamente, como en muchas ciudades de España.
