La Guardia Civil realiza su última subasta con más de un millar de armas

Las pujas organizadas por el Instituto Armado quedarán prohibidas con la nueva reforma del reglamento ►El precio de partida oscila entre los 8 euros y los 12.000 según el modelo
Imagen de la puja celebrada este lunes en la comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra. GONZALO GARCÍA
photo_camera Imagen de la puja celebrada este lunes en la comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra. GONZALO GARCÍA

Casi 1.200 armas se subastan esta semana en la dependencias de la Guardia Civil de Pontevedra. La mayoría son escopetas de caza (más de 800), pero también hay pistolas (un centenar), revólveres, carabinas de tiro deportivo, una veintena de rifles y fusiles. El interés generado entre la ciudadanía, tanto en la oferta como en la demanda, es mayor a otras ocasiones debido a que se trata de la última subasta pública que acogerá esta comandancia del Instituto Armado. Esta actividad pasará a estar prohibida tras la nueva reforma del Reglamento de Armas.

Para poder pujar, es necesario tener licencia de armas. La mayoría de los asistentes, "vienen a buscar algo concreto, por un lado están los cazadores, pero también hay gente que va a tiro deportivo y otra que opta por una arma corta", explica el jefe de armas y explosivos de la Guardia Civil en Pontevedra, el teniente Félix Díaz.

Con motivo del covid, el aforo está muy controlado y "solamente dejamos entrar a la gente en grupos pequeños y marcándoles un determinado tiempo".

Imagen de la puja celebrada este lunes en la comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra. GONZALO GARCÍA

Pero, ¿de dónde proceden las armas? La mayoría pertenecen a personas que, por cuestiones de salud, ya no están en condiciones de utilizarlas, "sobre todo de gente muy mayor", pero también hay ejemplares que han sido heredados por hijos o nietos y que "las entregan porque no tienen el permiso pertinente".

Justamente por eso, el estado de las armas no es, por lo general, el más apropiado. "Al ser armas de gente que se desprende de ellas porque ya no las quiere, en muchas ocasiones en los últimos años ya no les han hecho el mantenimiento necesario. Muchas son armas que no están muy bien cuidadas, pero también hay otras muy buenas", asegura Díaz.

Esto mismo es lo que critica Digno Sanmiguel, uno de los interesados que este lunes se acercó a la comandancia de la Guardia Civil en busca de un arma. "Xa vin varias veces a esta subasta pero son armas vellas, é todo para fundir, non vale para máis. Isto ten que ir todo para destruir porque eu o que vexo está mal coidado", lamenta. Aún así, "eu viñen a por armas curtas e puxei por dúas que me pareceron algo decentes".

Imagen de la puja celebrada este lunes en la comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra. GONZALO GARCÍA

La Guardia Civil calcula que "siendo optimista, se subastarán el 20% de las armas, el resto va todo para chatarra". En este sentido, cada año se envía una media de 800 armas para chatarra, "ya que hay muchos propietarios que nos dicen directamente que no la quieren subastar".

Cabe recordar que las armas decomisadas e incautadas en operaciones policiales no se ofertan en las pujas, "esas están a disposición judicial y las tenemos en el armero. Es el juez el que al finalizar el procedimiento nos dice su destino legal. No se pueden pujar hasta que el juez diga algo", explica Díaz.

Por otro lado, las personas que no tengan permiso pero quieran conservar su arma, pueden proceder a inutilizarla. Esto solamente se puede hacer en unas instalaciones habilitadas para ello en el País Vasco. El coste asciende a 200 euros.

Imagen de la puja celebrada este lunes en la comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra. GONZALO GARCÍA

INTERÉS. El interés por las armas es algo que continúa existiendo entre la ciudadanía. De hecho, en la Guardia Civil "hacemos los exámenes de permiso de armas cada dos meses y sigue habiendo mucha afición. La mayoría lo hacen por caza, por el tiro deportivo, o también hay mucha gente joven que simplemente lo hace para que la arma que heredó de algún familiar no acabe en subasta".

En la jornada de este lunes, había aficionados de diferentes edades. Uno de los más jóvenes era José Ángel Blanco, que acudió a la puja "porque estoy empezando en el mundo de la caza y quería comprar mi primer arma. La verdad es que hay de todo, escopetas muy usadas y otras que están nuevas. Yo estoy en busca de una repetidora y ya pujé por dos".

Otro de los interesados aplaudió el trabajo que hay detrás de cada subasta, "ya que siempre están muy bien organizadas y se ven todas las armas muy bien", pero lamentó que no se vayan a celebrar más tras el cambio de reglamento. "Es una pena porque al acabar con las pujas, se cierra mucho el mercado a compra-venta de particulares o directamente a comprar las armas nuevas o en armerías. Esto es una oportunidad para comprar armas a un precio razonable y ahora se va a acabar".

La subasta estará abierta hasta el viernes en la comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, en horario de 9.30 a 13.00 horas. El lunes 7, a las 10.00 horas, se procederá a la apertura de los sobres con las pujas.

Imagen de la puja celebrada este lunes en la comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra. GONZALO GARCÍA

LICENCIAS. La provincia de Pontevedra cuenta con más de 17.000 licencias de tipo E (armas para tiro deportivo y escopetas de caza) y unas 5.000 de tipo D (armas largas rayadas para caza mayor). Por su parte, las licencias B (pistolas y revólveres) pertenecen a los miembros y fuerzas de seguridad y, las de tipo C, son las de los vigilantes de seguridad privada.

En cuanto a las licencias revocadas, en todo el 2021, en España se registraron 8.178. Las causas son diversas, desde casos de violencia de género, pasando por intentos de suicidio, hasta infracciones administrativas.

Centrando estos datos, en la provincia pontevedresa se retiran unas dos o tres licencias a la semana.

Precios. El lado más sentimental
El abanico de precios en esta puja es muy amplio y varía según el modelo y el estado de cada arma. "Tenemos una pistola que parte de 8 euros, que es un precio muy económico, pero también teníamos otra pistola, que se retiró porque el dueño lo pidió, que era de 12.000 euros. Evidentemente es muy difícil que haya gente que quiera pujar esa cantidad", afirma el teniente, Félix Díaz.

Además, en este tipo de subastas hay también una gran parte sentimental, ya que "hay personas que no pueden mantenerla pero tampoco quieren que la tenga nadie y ponen un precio muy alto para que no haya pujas y así lo mandemos a la chatarra".

Sobre cerrado
Cabe recordar que la subasta se hace a sobre cerrado y los aspirantes presentan su oferta a partir de un precio mínimo.

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