Jorge González Veiga dejará este sábado de ser el máximo responsable de la Comandancia de la Guardia Civil en Pontevedra. Pasará a la reserva activa poco más de un año después de incorporarse al cargo, que dejará vacío al menos durante los próximos seis meses.
Según explicó este jueves, aunque se anunció la plaza a nivel nacional, no hubo ningún peticionario, por lo que se quedará de forma interina el teniente coronel Manuel Touceda, que "conoce perfectamente la problemática, las virtudes y los defectos de la Guardia Civil en la provincia y que seguro que lo hará con plena satisfacción". Así, González Veiga augura que no será hasta los meses de verano cuando haya un nuevo coronel en Pontevedra, al que le pide que "siga todo como está".
El coronel realizó durante la jornada de este jueves una ronda de despedidas en la ciudad que le llevó ante la presidenta de la Deputación, Carmela Silva, y el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, quien quiso felicitarlo por una "relación de lealdade institucional, sempre colaborando nas cuestións necesarias e facendo o máximo esforzo posible".
Veiga, sobre el furtivismo: Hace años que se tomaron las decisiones acertadas en las administraciones para que dejara de ser un problema
En su intervención ante los medios de comunicación tras el encuentro, González Veiga hizo balance de su año al frente de la Comandancia de Pontevedra. "Me marqué el reto de intentar mantener los niveles de seguridad, que ya eran muy buenos", aseguró, al tiempo que destacó que fue algo que se consiguió.
Así, recordó que la provincia está reduciendo el número de delitos "y es la única gallega que se mantiene así", pasando de aproximadamente 13.000 delitos en la demarcación de la Guardia Civil en 2013 a los 10.000 de la actualidad. Aún así, señala que el objetivo, y la tarea pendiente de su sucesor, siempre es seguir reduciendo esas cifras, aunque "a veces es muy complicado" porque ya se ha llegado a niveles en los que cualquier pequeña bajada es casi imposible.
El coronel se refirió también a la última operación contra el furtivismo, que tuvo lugar a finales de diciembre y en la que la Guardia Civil consiguió desarticular un grupo organizado que se dedicaba a extraer almejas de manera ilícita en Pontevedra y Vigo. Aunque en aquella ocasión hubo que aplicar, por primera vez, el Código Penal en un caso de furtivismo en la provincia, González Veiga quiso restarle importancia al suceso y aseguró que "es algo puntual. Hace años que se tomaron las decisiones acertadas en las administraciones para que dejara de ser un problema".
