La guerra de lindes con Verducido provoca un cisma en Cerponzóns

Un grupo de comuneros critica la decisión de la actual rectora de no respetar el principio de acuerdo al que habían llegado ambas entidades

Cantera situada en el límite entre Cerponzóns y Verducido. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Cantera situada en el límite entre Cerponzóns y Verducido. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

El conflicto por la delimitación de los lindes con Verducido ha generado un cisma en la Comunidade de Montes de San Vicente de Cerponzóns. Un grupo de integrantes de este colectivo (entre los que se encuentran miembros del anterior equipo directivo) reprocha a la actual junta rectora que no haya respetado el principio de acuerdo que habían alcanzado ambas entidades en las negociaciones que habían mantenido en su día y que, aseguran los críticos, solo estaba pendiente de ratificación por parte de las respectivas asambleas.

En este sentido, indican que la anterior directiva de la Comunidade de Montes de Cerponzóns efectuó en 2015 los trabajos de deslinde con más de 200 propiedades particulares. Afirman que "fue sencillo llegar a un acuerdo porque la inmensa mayoría de las parcelas privadas estaban delimitadas mediante muros".

Los críticos añaden que para delimitar la línea divisoria entre los terrenos comunales de Cerponzóns y Verducido, miembros de ambas juntas rectoras se habían reunido en más de una veintena de ocasiones en el propio monte para efectuar los trabajos de campo y llegar a un consenso sobre los lindes.

"Acordamos efectuar el deslinde en base a una línea recta fijando como referencia los mojones que habíamos localizado (algunos habían desaparecido) y el cortafuegos de Monte Redondo, situado junto a la cantera explotada en su día por la empresa Holcim", subrayan portavoces del grupo de comuneros de Cerponzóns que expresan su desacuerdo con la forma en la que la actual directiva está gestionando el asunto que, en caso de no llegar a un entendimiento, la Comunidade de Montes de Verducido amenaza con llevarlo ante los tribunales para que sea la justicia la que dirima el litigio.

Los comuneros críticos de Cerponzóns consideran que la actual junta rectora debería convocar una asamblea para dar explicaciones sobre el "cambio de rumbo" que han dado las negociaciones y que, al mismo tiempo, han provocado un deterioro en las "magníficas relaciones" que tenían ambas entidades parroquiales.

Añaden que en la misma reunión la directiva debería aclarar otras cuestiones, entre ellas "¿por qué se talaron miles de pinos en Campo dos Bois el año pasado y se regaló la madera en vez de venderla, cuando los árboles eran patrimonio de la Comunidade de Montes?" y "¿quién autorizó una tala de robles en el núcleo de Meán, que pertenecían a los comuneros". Además, los críticos quieren saber cuál fue el destino de los bancos de madera de la Casa do Pobo (que pertenecían a los comuneros) en los que se sentaban las personas que acudían a las asambleas que se desarrollaban en este local social.

"Las directivas de Cerponzóns y Verducido siempre se han llevado muy bien y han mantenido una relación muy cordial y de colaboración hasta que tuvo lugar el relevo en la junta rectora de Cerponzóns, formada por personas que, en su mayoría, proceden de fuera de la parroquia y algunas otras aún no habían nacido cuando muchos de nosotros ya estábamos trabajando para poner en valor el monte comunal", subrayan representantes del grupo crítico que, en todo caso, aún mantienen la esperanza de que la actual directiva "recapacite" para reconducir las negociones y alcanzar un acuerdo amistoso que evite que el deslinde llegue al juzgado porque, advierten, "corremos el riesgo de no tener realizado el deslinde que resulta obligatorio para el plan de ordenación del monte que deberemos aprobar antes de 2020".

En caso de no llegar a un acuerdo en los lindes, el presidente de la rectora de Verducido, Marcos Rey, advierte de que "si Cerponzóns nos obliga a ir al juzgado y meternos en un proceso que nos supondría un gasto de 8.000 euros iríamos a por todas".

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