"En Pontevedra non existe ningún problema de orde pública". Así de rotunda se mostró este lunes la portavoz del Concello, Anabel Gulías, al ser preguntada por la prensa sobre los problemas de convivencia que se están viviendo en el casco histórico por la reactivación de la movida nocturna. "É obvio que hai un desaxuste real que está deixando problemas de convivencia neste momentos. Por múltiples causas", dijo Gulías, que vinculó esta situación a la desescalada del ocio nocturno, que ha generado una "inestabilidade no funcionamento da vida nocturna".
La edil del BNG admitió que existen quejas vecinales debido a la aglomeración de gente en la calle, que relacionó "coas ganas de recuperar a normalidade" y con que "agora mesmo non hai ningunha prohibición para saír á rúa e desfrutar do lecer nocturno". "Tamén é certo que viñabamos dunha época na que non había ningún ruído externo pola pandemia. E esta recuperación da vida normal fai que o casco vello se pareza ó de fai algún ano", añadió.
La Policía Local mantendrá el operativo de control en el casco histórico sin más cambios. Los agentes han intervenido en distintos avisos por parte del vecindario, algunos de ellos el pasado fin de semana. En este sentido, el cuerpo policial ha tramitado distintas denuncias por exceso de ruido o consumo de alcohol en la vía pública. Los locales que no han cumplido con las restricciones que marca la pandemia del covid-19 también han sido expedientados.
Gulías aseguró que en estos momentos no se dan las circunstancias para que se convoque la junta local de seguridad, como ha solicitado el PP. "Non é bo chegar a eses puntos de dramatismo", indicó la portavoz municipal, que defendió que los episodios nocturnos en Pontevedra no son comparables a los de otras ciudades. "Aínda que hai pequenos desaxustes, non estamos no punto doutros lugares de Galicia", concluyó.
