Amalia Enríquez comenzó su carrera en Diario de Pontevedra con tan solo 14 años y desde entonces no ha dejado de trabajar realizando entrevistas en radio, televisión y prensa.
¿Cuando pensó en dedicarse a este oficio del Periodismo?
Mi madre me decía que entraba en mi habitación y me encontraba frente al espejo con un micrófono cantidad de veces. Desde que tuve uso de razón siempre quise ser periodista. Mis padres no querían porque por aquel entonces no era carrera universitaria. Sin embargo, mientras estudiaba en Las Doroteas se creó la licenciatura de Periodismo y entonces me fui corriendo a casa para anunciarlo. Recuerdo que mi padre, que era el más reticente, dijo "bueno ahora ya no hay remedio".
¿Tuvo algún maestro de referencia?
Yo leía mucho a Oriana Falacci, periodista italiana, porque era una referencia antes de meterme en la carrera. A lo largo de la vida muchas personas me han influenciado. Mi primera gran oportunidad fue en el Diario de Pontevedra. El director de entonces, Pedro Rivas, me dijo que como había por aquí muchos famosos en verano podía dedicarme a ello.
Y Julio Iglesias fue uno de sus primeros entrevistados, ¿cómo recuerda esa entrevista?
Fue en el Gran Hotel La Toja. Ahora tengo mucho sentido del ridículo, soy bastante tímida, pero por aquel entonces era más lanzada. Encontré a su padre en el hall y le dije "quiero hacerle una entrevista a Julio". Quedó tan traspuesto que me dijo que esperase y al poco rato bajó Julio Iglesias de la habitación. Nos empezó a rodear gente y sin quererlo hicimos una entrevista televisada. Hoy en día seguimos manteniendo la amistad y a partir de ese momento ya vinieron entrevistas a Palomo Linares, Enrique Múgica, personas que se alojaban en Sanxenxo...
¿Le queda alguien por entrevistar, alguno o alguna que se le haya resistido?
Rafa Nadal es uno de los que me falta, lo que pasa que soy consciente de su complicada agenda. Alguien que se me resiste, creo que no por él, sino por su entorno, es Alberto Núñez Feijóo, al que tengo pendiente hacerle una entrevista desde el 2013. Me ha costado menos llegar a Steven Spielberg que a Núñez Feijóo, que sí es una persona accesible, pero por no saltarme los trámites de comunicación para hacerla sigo esperando.
¿Cuál ha sido la entrevista que más le ha sorprendido?
La mayor alegría y dificultad fue entrevistar a Spielberg porque nunca da entrevistas. El día que me dieron la única entrevista que concedió en España pensé: "Me quiero morir, no puede ser". Ahí se cumplió uno de mis sueños. El Spielberg como entrevistado me sorprendió por lo normal que era. Yo me he dado cuenta con el paso de los años, y sobre todo al conocer gente de todo tipo, que las personas más grandes son las más normales. Cuesta menos conseguir una entrevista con Dustin Huffman que con una actriz joven, porque el aparato que rodea a esa actriz y que la quiere hacer diosa, lo hace más complicado. Me sorprendió mucho Silvester Stallone, que me regaló una entrevista preciosa, o Tom Cruise, porque son personas que reconocen el trabajo de la gente que hay detrás. Cruise es el único actor que me mandó un ramo de flores en agradecimiento. Son detalles que a la gente grande la hace más humilde. Stallone me sorprendió porque proyecta esa imagen de persona dura que tenemos de él en las películas y resultó ser un hombre adorable con una gran sensibilidad e historia.
¿Y alguna persona con la que pensó "tierra trágame"?
Con Mel Gibson. Ocurrió cuando vino a promocionar a Madrid la película Eternamente joven. Recuerdo que me recibió en el hotel espatarrado con las piernas abiertas, con un palillo en la boca y mascando chicle y eso ya fue un mal comienzo. Los actores tienen sus días buenos, los hay muy profesionales y aquellos a los que han creado muy rápidamente. A la larga te das cuenta de los que permanecen y los que han sido flor de un día. He conocido los de un lado y los del otro. Por ejemplo, Meryl Streep es una mujer maravillosa , la vecina de la puerta de al lado a la que le puedes pedir la sal.
En su trayectoria ha sabido adaptarte a los nuevos formatos periodísticos. Ahora tiene en marcha el proyecto Red Carpet Film, enfocado en el mundo del cine.
No nos ha quedado otra que reciclarnos.
Ha hecho suyo lo que dicen en las facultades de que el Periodismo es una forma de vida.
Absolutamente.
