EL NUEVO 'BOOM' DEL LADRILLO

Hacerse una casa en Pontevedra cuesta una media de 150.000 euros

Los técnicos del Concello capitalino ven un repunte de solicitudes para construir viviendas unifamiliares ▶ Se han tramitado 13 en lo que va de año ▶ A Lama es el municipio de la comarca que más tasas cobra, seguido de Sanxenxo ▶ Cotobade las eliminó para fijar población y reactivar el sector

Imagen de un obrero en Pontevedra. ROSA GONZÁLEZ, ARCHIVO
photo_camera Imagen de un obrero en Pontevedra. ROSA GONZÁLEZ, ARCHIVO

El apego a la propiedad sigue estando en el ADN de los ciudadanos. Lo pone de manifiesto una encuesta del Banco Central Europeo publicada en 2013 que revela que el 83% de los españoles es dueño de la vivienda en la que vive. Y aunque el alquiler sigue ganando adeptos, tener casa propia sigue siendo el objetivo de muchos.

¿Pero cuánto cuesta hacerse una vivienda unifamiliar? Las variables son muchas y muy distintas. Sobre todo porque lo principal para construir una casa es tener un terreno y el suelo no cuesta lo mismo en un municipio que en otro. Tampoco es lo mismo si el proyecto es en el ámbito urbano o en el rural.

Una obra de este tipo en Pontevedra cuesta una media de entre 150.000 y 180.000 euros, casi lo mismo que muchos pisos de nueva planta. Así lo ponen de manifiesto las últimas solicitudes presentadas por vecinos ante los servicios técnicos del Concello, que aprecian un repunte de peticiones para este tipo de edificaciones. En lo que va de año se han tramitado 13 expedientes. "Hai máis volume que en anos anteriores", apunta el director xeral de Urbanismo, Xosé Manuel Tato.

La ejecución de un proyecto así precisa de una gran inversión. Y es aquí en donde suelen aparecer en escena los préstamos bancarios, los seguros y los intereses. A mayores, el promotor también tiene que hacer frente a otros gastos indirectos de notario, registrador y actos jurídicos. Estos últimos pueden suponer el 19% del presupuesto, como señala el presidente del Colegios de Arquitectos de Pontevedra, Manuel Abelleira, que recuerda que los honorarios de los técnicos (como arquitectos y aparejadores) irían a parte. "Al ser libres es difícil calcular el porcentaje", señala.

TASA MUNICIPAL. La decisión de hacerse una casa también implica el pago de otros impuestos: los municipales. Cada localidad aplica sus propias tasas. De media, el pago de este tributo se sitúa en el 3% del coste del proyecto de ejecución material de la vivienda.

Aunque lo habitual es el pago de dos impuestos distintos, el de la tramitación y el del ICIO (Impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras), lo cierto es que hay consistorios que eximen del pago de los gastos del papeleo a sus vecinos. Es el caso de Barro, Silleda y Lalín.

A Lama es el municipio de la comarca con las tasas más caras. Cobra un 5,28%. Le siguen Sanxenxo (4,54%), Pontevedra (4,2%), Vilagarcía (3,96%), Marín (del 3,4 y el 3,6%, dependiendo si el presupuesto de la obra es mayor o menor a 90.000 euros), Cuntis (del 2,5, 2,9 o 3,3% según el importe de la actuación), Ponte Caldelas (3,2%), Poio (3%), Lalín (3%), A Estrada (3%), Vilaboa (2,6%), Barro (2,4%), Silleda (2,25%) y Valga (2%).

El caso más excepcional de todos es el de Cerdedo-Cotobade, que es la única localidad que ha eliminado ambos impuestos. Y lo ha hecho por dos motivos: fijar población y evitar el éxodo de habitantes y reactivar el sector. Según el Gobierno local, la supresión de estos tributos fue una medida "pionera" en Galicia que ha ayudado a impulsar las licencias. Si en 2016 se contabilizaron 27, en el primer semestre de este año su número ascendió hasta las 28.

LA BUROCRACIA. Lograr la correspondiente licencia municipal de obras puede resultar desesperante. Aunque la Ley marca un plazo máximo de tres meses, los ayuntamientos suelen tardar más tiempo. Y por varias razones. Una de ellas se debe a la falta de personal y otra tiene que ver con las complicaciones de los proyectos. Dependiendo de la ubicación de la casa, los servicios urbanísticos de cada municipio pueden necesitar el informe de otras administraciones para poder aprobar el correspondiente permiso.

La solicitud de estos dictámenes sectoriales, que suelen realizarse ante organismos como Patrimonio o Augas de Galicia, puede conllevar un retraso en la concesión de licencias de hasta incluso un año, pero hay expedientes que pueden tardar mucho más.

Esta burocracia trae de cabeza tanto a particulares como a empresarios y autónomos. "El tiempo de espera para conseguir los trámites necesarios para ejecutar una inversión es terrible", lamenta el vicepresidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Provincia de Pontevedra (Aproin), Arturo Ramírez, que asegura que el sector del ladrillo está experimentando una "rápida recuperación", aunque no a niveles anteriores al estallido de la burbuja inmobiliaria.

Ramírez tiene claro que "construir una casa en la actualidad es más caro que hace un año y medio», un hecho que atribuye, entre otras cuestiones, a que «han subido el precio de los materiales y la mano de obra". En este sentido, el vicepresidente de Aproin señala que los promotores están viendo dificultades a la hora de encontrar trabajadores cualificados para llevar a cabo tareas como la construcción de edificios. "Con la crisis hubo mucha gente que se recicló en otras profesiones. Y aunque se está dando formación a las personas jóvenes, hay ocasiones en las que es difícil encontrar mano de obra", apunta.

El presidente de la delegación de Pontevedra del Colegio de Arquitectos de Galicia, Manuel Abelleira, cree que "cada vez es más difícil hacer una vivienda". "Hay demasiadas normativas y regulaciones sectoriales. Cada vez más", aclara.

Abelleira considera que la crisis todavía sigue presente en su sector, al que cada año llegan más profesionales. "Son tiempos duros, si bien hay otras oportunidades. La gente ha ido especializándose y haciendo trabajos distintos a los de antes. Muchos arquitectos se reciclaron por la crisis. De hecho, ahora la reforma de las fachadas se ha convertido en un importante nicho de trabajo", asegura.

En este reportaje han colaborado los periodistas de la sección de comarcas: Javi Casal, Águeda Piñeiro, Carolina Neira, Fernando Salgado y Blanca Paz.