Le hackean la cuenta tras hacerse pasar por inquilinos y se llevan 7.001 euros

"Era el plan de pensiones que fui ahorrando durante años", se lamenta la víctima ►El dinero ha acabado en un banco extranjero
Víctor Besada mostrando la denuncia presentada en Comisaría. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Víctor Besada mostrando la denuncia presentada en Comisaría. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Una boda suele ser sinónimo de diversión, alegría, momentos únicos... La que vivió Víctor Besada Serén el pasado mes de julio también fue imborrable, pero no por el buen sabor de boca que le habría dejado ver a su sobrina en el altar, sino porque a media celebración le llamó el Departamento de Seguridad de Abanca para darle una amarga noticia: le habían hackeado la cuenta y se había quedado sin 7.000 euros.

Todo comenzó unos días antes. Este pontevedrés, de 47 años, había ofertado en varias plataformas digitales el alquiler de un piso en Sanxenxo, en una ubicación privilegiada, muy cerca del Concello. "Llevaba años alquilándolo en verano y jamás había tenido un problema", explica.

Sin embargo, su buena racha como casero empezó a truncarse en cuanto recibió la llamada de un individuo que había visto el anuncio en el portal Milanuncios y desde el primer momento se mostró muy interesado en alquilar la vivienda. De hecho, dijo que serían tres inquilinos y preguntó por el número de habitaciones. "Tiene tres, pero como hay camas gemelas tiene capacidad para seis personas", le respondió el arrendador.

Las conversaciones fructificaron enseguida y, vía whatsapp, el futuro inquilino le remitió la documentación exigida por Víctor para formalizar el contrato. En ese momento supo que se llamaba Teodoro I.S., tenía 55 años, era natural de Toledo "y tenía acento español".

El casero le requirió una fianza de 200 euros para poder reservarle la vivienda, a lo que el presunto inquilino le planteó hacerle un pago a través de Bizum. "Yo no tengo nada de eso y no me manejo nada bien con esos portales de pago, por lo que él me ofreció hacer una transferencia bancaria", explica.

Previamente, le había remitido el borrador del contrato para que el arrendatario lo revisase y le diese el visto bueno. Ahí fue cuando el delincuente logró hacerse con los datos de su cuenta bancaria.

LINK ENVENENADO. "Me envió un mensaje con un enlace teóricamente de mi entidad, Abanca, y al pinchar introduje mis claves de usuario y contraseña para poder cobrar el dinero". Ese fue el principio del fin porque, sin saberlo, le estaba abriendo al hacker las puertas de su cuenta.

Lo más grave es que el pirata informático no solo consiguió acceder a la cuenta donde se gestionan los pagos del alquiler, que Víctor comparte con su madre, sino que también llegó hasta otra cuenta en la que este pontevedrés alimentaba un plan de pensiones. "Llevo con ella unos años y los únicos movimientos que tiene son los ingresos que hago cada mes".

Los 7.000 euros que iban a ser el sustento del futuro de Víctor Besada engordaron, por arte de la banca digital, una cuenta ubicada en la sucursal madrileña de un banco extranjero. A las pocas horas, el dinero ya había "volado" fuera del territorio español.

Curiosamente, el cargo en la cuenta que le aparece a la víctima es de 7.001 euros, "7.000 del traspado y un euro de comisiones. O sea, que aún por encima de robado, me cobran comisión".

Responsables de seguridad de Abanca contataron con el titular de la cuenta para verificar que el traspaso estaba autorizado y ahí fue cuando se descubrió el hackeo. "Puse una denuncia en la Policía Nacional y hablé con mi entidad en varias ocasiones; de esto hace casi un mes y sigo sin que nadie me aclare nada".

Víctor Besada se ha puesto en manos de abogados para reclamar el dinero robado, en base a las coberturas de protección que suelen tener las entidades bancarias para estos casos. "Pero me dijeron que eso solo vale para las tarjetas, no para la banca online", se lamenta este hombre, destrozado por ver cómo en un suspiro se quedaba sin todos sus ahorros.

Comentarios