Hallan un mural en el convento de Santa Clara

Una pared encalada situada en la planta baja del convento alberga pinturas, con grafías y dibujos zoomorfos, que podrían datar del siglo XVIII ► Una columna con grabados en el claustro y una piedra con simbología medieval en la salida al cementerio se unen a la lista de descubrimientos en el recinto
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photo_camera Grafía y pintura con forma de pájaro halladas en Santa Clara. DP

Nuevo hallazgo en Santa Clara. El Concello ha descubierto un mural en la planta baja del antiguo convento de las clarisas que hasta ahora había pasado desapercibido por parte de los técnicos. Y lo ha hecho gracias a la visita que el pasado mes de marzo se organizó para la Escola Superior de Restauración e Conservación de Bens Culturais de Galicia, que tiene su sede en Pontevedra. "Foron eles os que se fixaron nel", asegura el concejal de Patrimonio Histórico, Xaquín Moreda.

La pieza artística es una policromía situada en una pared encalada que está al lado de una lareira, en una sala que los expertos y la memoria oral vinculada a las clarisas sitúan como el antiguo comedor que utilizaron las monjas hace más de 200 años, antes de que el refectorio se trasladase a otras dependencias del edificio monacal. En ella pueden observarse grafías y dibujos zoomorfos, como el que representa la figura de un pájaro. Según las primeras estimaciones, la obra pictórica podría datar del siglo XVIII.

La pieza artística está al lado de la lareira, en una sala que los expertos sitúan como el antiguo comedor que las clarisas usaron hace 200 años

La Escola de Restauración ha mostrado su interés en esta pintura y en qué hay detrás de la mano de cal que recubre la pared, lo que implicaría un trabajo parecido al que la institución académica está realizando en la actualidad en el paraninfo del instituto Valle Inclán para sacar a la luz un antiguo mural.

"Santa Clara é unha cápsula do tempo. As visitas que se organizaron permitiron realizar novos achádegos e incorporar novos capítulos ao relato dun edificio que ten un valor artístico e histórico incalculable", destaca Moreda.

El mural hallado en el interior del cenobio podría haber sufrido importantes daños debido al paso del tiempo y a los distintos usos que se le ha dado a la sala que lo alberga. Se cree que la estancia fue usada como gallinero, cuadra e incluso almacén para guardar alimentos como las patatas.

Grabados. Una columna de piedra con grabados es otro de los recientes descubrimientos en Santa Clara. La pieza se encuentra en el claustro del convento y contiene varias inscripciones, casi ilegibles. Guías de Trivium, la empresa contratada por el Concello para organizar las visitas guiadas al recinto, apuntan que se intuyen palabras como "siendo" y "ordeno", lo que podría dar pistas sobre la fecha de su construcción.

Una piedra con simbología medieval ubicada en la salida al cementerio de las clarisas se une a la lista de hallazgos en el conjunto monacal. En este caso, la persona que se fijó en la pieza fue Dolores Barral, profesora del departamento de Historia del Arte de la Universidade de Santiago de Compostela, que realizó una visita al cenobio con alumnado del Programa Universitario de Maiores. "A pedra puido ser reaproveitada e colocouse aí. Está enriba da porta que vai ao cemiterio", explica el edil de Patrimonio Histórico.

"Santa Clara é unha cápsula do tempo. As visitas que se organizaron permitiron realizar novos achádegos", destaca la edil de Patrimonio

Ara romana. La presencia de una posible ara romana en Santa Clara ha acentuado el interés de las últimas visitas guiadas al edificio, que es propiedad municipal desde el pasado 1 de diciembre.

El pequeño pedestal está al final de un pasillo en la planta baja del cenobio, cerca de la zona en la que se encuentra el lagar. El arqueólogo Antonio Costa asegura que hace 50 años informó al Museo de la existencia de esta pieza, que entonces se encontraba en el exterior de la iglesia y estaba coronada por una imagen en piedra de la virgen de Santa Clara. La institución museística no tenía constancia documental de aquel altar, que fue descubierto durante la visita que el pasado mes de enero realizó el Consello Asesor del Museo al interior del convento.

OTROS TESOROS. Aunque el desalojo de sus dos últimas inquilinas se produjo el 25 de septiembre de 2017, el cierre del convento empezó a fraguarse mucho antes. Un organismo de la Curia Romana decretó la suspensión del estatus de monasterio el 2 de junio de 2015. Y el 20 de mayo de 2018 se formalizó la pérdida de esta condición, lo que facilitó la posterior venta del inmueble al Concello por 3,2 millones de euros.

Cinco meses después de la compra, la huella de la Orden de las Clarisas sigue patente en Santa Clara. Viejas pertenencias de las monjas, como los baúles de las novicias que ingresaban en el convento de clausura, o los restos de la ayuda alimenticia que Estados Unidos envió a España durante la dictadura permanecen en el cenobio. Entre estas últimas hay dos bidones que contenían leche desnatada en polvo y un bote de mantequilla, que procedían de las remesas que llegaron en la década de 1950 y 1960 a pesar de que el país no fue incluido en el Plan Marshall, un programa que los americanos crearon para ayudar a reconstruir las economías de algunos estados europeos tras la Segunda Guerra Mundial.

Algunos de estos objetos serán estudiados por la Escola de Restauración gracias a un convenio con el Concello, que custodiará hasta el 1 de diciembre de 2025 otros tesoros del convento que aún pertenecen a las clarisas: cuatro retablos del siglo XVIII, la sillería del coro, el púlpito y un órgano de tipo ibérico de 1795. Todos estos bienes están valorados en hasta 541.600 euros y Pontevedra se reserva el derecho de compra si las clarisas no los reclaman.

Más de 10.000 personas descubren el antiguo convento

La de este sábado fue la última tanda de vistas guiadas en Santa Clara hasta que el Museo complete las catas arqueológicas y el estudio histórico ► La clausura del cementerio se ejecutará a mediados de este mes. Una funeraria de Santiago asumirá la exhumación de 60 clarisas

La incorporación de Santa Clara al patrimonio público ha permitido que más de 10.000 personas hayan podido descubrir el antiguo convento de clausura gracias a las actividades organizadas por el Concello. La de este sábado fue la última tanda de visitas guiadas al cenobio hasta que la Deputación complete las catas arqueológicas y el estudio histórico y artístico del recinto.

El inicio de los trabajos que determinarán si Santa Clara puede convertirse en nueva sede del Museo de Pontevedra empezarán en junio. Los sondeos tendrán muy en cuenta la capacidad que el conjunto monacal tiene para albergar los fondos arqueológicos de la provincia.

Manuel Rial, divulgador da firma Trivium: "É un lugar que te atrapa. e o edificio é como un labirinto. Santa Clara foi un refuxio para moitas mulleres"

El concejal de Patrimonio Histórico, Xaquín Moreda, asegura que una de las zonas que serán objeto de estudio es la ampliación frustrada del cenobio. Los técnicos creen que una de las naves que conforman la edificación, la que está más cerca a la calle Cobián Roffignac, podría tener restos de una antigua cimentación. Esta posibilidad facilitaría la realización de obras en el futuro para que en Santa Clara se abra a usos museísticos.

Antes de que comiencen estas catas, que obligarán a cerrar el cenobio durante al menos 90 días, el Concello programará la segunda jornada de puertas abiertas para que la ciudadanía pueda conocer los jardines, que ocupan una superficie de algo más de una hectárea. Esta actividad se desarrollará este mismo mes.

La agenda municipal también mantendrá el ciclo Híbridas, un programa cultural que ha permitido dar nuevos usos a la iglesia de Santa Clara, que es de estilo gótico y cuya cabecera es la mejor conservada de Galicia.

Tras los muros. Tres guías de la empresa Trivium han sido los encargados de desvelar los misterios del antiguo convento de las clarisas a vecinos de Pontevedra y de otros puntos de Galicia. "É un lugar que te atrapa. E o edificio é como un labirinto", explica Manuel Rial, coordinador del proyecto de divulgación de la citada firma. "A xente pode pasar horas mirando o coro alto. E o órgano é o máis fotografado do convento", asegura.

Rial reconoce que la organización de visitas sectoriales, con expertos de distintos ámbitos, han desvelado algunos de los secretos que atesora el cenobio. "Santa Clara foi un refuxio para moitas mulleres", recuerda.

El recinto llegó a estar habitado por hasta 53 monjas de clausura. Muchas de ellas accedían al mismo a través del pago de una dote. Desde su fundación en 1271, fruto de una importante donación de la noble pontevedresa Mayor Pérez, esposa de Fernán Núñez de Aldán, las clarisas han visto la evolución de Pontevedra desde el interior de los muros del convento, que solo tuvieron que desalojar por causas de fuerza mayor en cuatro ocasiones.

Un total de 60 monjas han sido enterradas en Santa Clara desde el año 1900, según los registros de la propia orden religiosa. La clausura del cementerio se ejecutará a mediados de este mes, tal y como confirma el edil de Patrimonio Histórico, que avanza que una empresa de Santiago se ocupará de las exhumaciones.

El Concello da por hecho que habrá negociación por la casa de las misiones
El Concello da por hecho que habrá negociación por la casa que Obras Misionales Pontificias tiene en Pontevedra, justo al lado del antiguo convento de Santa Clara.

El concejal de Patrimonio Histórico, Xaquín Moreda, ha mantenido contactos con el Arzobispado de Santiago, propietario de la vivienda, para explorar vías de diálogo para incorporar este inmueble al patrimonio público pontevedrés. "Pode abrirse unha negociación, non sei se por todo ou por unha parte. Hai varias alternativas", explica el edil del BNG, que fue el artífice de la operación de compra del cenobio a las clarisas.

Uso como oficina

La compra de la casa de las misiones o de parte de ella facilitaría el acceso a los jardines del antiguo convento, sin que ello suponga descartar otras opciones de entrada, como la apertura de una puerta en el muro desde Barcelos. La vivienda, que data del siglo XVIII, se usa en la actualidad como oficinas para campañas como el Domund. Asociaciones católicas como la Legión de María y la Adoración Nocturna emplearon el edificio para sus reuniones. Además, las cofradías de fieles guardaron allí andas y prendas de Semana Santa.

400.000 euros

Los servicios municipales cifran en 400.000 euros el valor catastral de la casa de las misiones, situada en el número 18 de la calle Santa Clara.

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